El auge de las nuevas tecnologías y la falta de recursos económicos en las empresas han dado lugar a la proliferación de multitud de profesionales que hoy forman parte de la modalidad del teletrabajo. Una modalidad que permite trabajar desde casa por Internet realizando las mismas tareas que se hacen en la oficina y hace posible que los empleados puedan compatibilizar mejor la vida familiar con la laboral.
España es un país de tradiciones reacias al teletrabajo
Aunque España continúe siendo un país reacio a este tipo de modelo organizativo, cada vez son más las empresas que apuestan por él. De hecho, desde el año 2006 el porcentaje de empresas que han implantado esta política de trabajo más flexible se ha duplicado, pasando del 7% al 13,2%. No obstante, aún estamos muy lejos de las cifras de Reino Unido donde el teletrabajo se da en el 95% de las compañías; o Alemania y Francia con un 30%. La diferencia radica fundamentalmente es la dificultad para establecer sistemas de evaluación y medición de resultados y la necesaria creación de un marco legal del trabajo desde casa por Internet.
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Sin embargo, son muchas las ventajas del teletrabajo. Y para conseguirlo no tienes por qué ser asalariado, sino que puedes prestar tus servicios a otras empresas o particulares desde casa. De hecho, es una excelente forma de ahorrar costes y de conciliar la vida familiar y laboral. A continuación te mostramos algunas de ellas.
1. Conciliación vida laboral y familiar
Trabajar por Internet permite pasar mucho más tiempo física y mental con la familia. Física porque hay muchos momentos que puedes compartir con tu pareja y con tus hijos y mentalmente porque el cansancio es mucho menor. En cambio, cuando el profesional debe ir todos los días al lugar de trabajo, aunque el desplazamiento no sea muy lejos y se haga en coche, ya supone de por sí un gran gasto físico. Por este motivo, podemos decir que la predisposición física y mental a disfrutar del tiempo compartido con la familia es inversamente proporcional a la distancia que se recorra cada día para llegar al lugar de trabajo.
2. Disminución de costes
Obviamente este es uno de los factores de mayor peso a la hora de tomar la decisión de trabajar desde casa. Y es que de esta forma se evita tener que pagar el alquiler de un local una oficina y los impuestos asociados a ello, las facturas de luz agua e internet, etc. Además, aquellos a los que les guste salir de casa para trabajar, pero no quieran o no puedan gastar tanto dinero, siempre pueden alquilar un espacio de coworking que suele rondar los 100 euros al mes y en el que pueden disfrutar de todos los suministros necesarios para la actividad, además de sala de reuniones. Esto último es muy interesante cuando se reciben visitas habituales de clientes.
3. Sistemas de comunicación
En la actualidad es posible comunicarse con el exterior de muchas maneras, ya que además de con el teléfono contamos con Internet, whatsapp, aplicaciones de mensajería instantánea de escritorio y vídeollamada. Y para ello solamente es necesario tener un ordenador con conexión a Internet. Gracias a herramientas como hangouts por ejemplo es posible mantener una vídeollamada con varias personas al mismo tiempo, enviar mensajes instantáneos, acceder a otro ordenador, compartir escritorio con otras personas…
4. Inmenso ahorro de tiempo
El trabajo por Internet también hace posible que ahorremos mucho tiempo, sobre todo en desplazamientos hasta el lugar de trabajo. Si todos los días inviertes por ejemplo media hora en llegar al trabajo, tirando a la baja, a lo largo del año habrás perdido 5 días completos de tu vida solamente en desplazamiento. Imagina si pasas años yendo al trabajo a diario.
5. Reducción de carga física
La diferencia de desgaste físico que existe cuando tienes que realizar un desplazamiento (por pequeño que sea) resulta más significativa de lo que parece. Las personas que trabajan en casa no están tan cansadas al finalizar su jornada como los que se han desplazado para ir y volver.
6. Flexibilidad
Sin duda la mayor venta de trabajar por Internet es el hecho de poder organizarte tu horario laboral a medida. Por ejemplo puedes elegir hacer una jornada partida de mañana y tarde o hacer una jornada intensiva. Lo cual depende en gran medida del tipo de vida que lleves y de las cargas familiares que tengas. Pero lo cierto es que puedes adaptarte a cada momento y pasar de jornada intensiva a partida cuando quieras y viceversa. Puede que algunas veces necesites modificar el horario dependiendo de la carga de trabajo, pero siempre puedes organizarte tú mismo, a menos que trabajes para una empresa que establezca un horario fijo.
Y lo mismo ocurre con las vacaciones. Puedes cogerte unos días de vacaciones siempre que quieras, mientras sepas organizarte para entregar el trabajo en fecha. Esto resulta ideal para poder compatibilizar las vacaciones con tu pareja o con tus amigos si queréis planificar un viaje o viajar en temporada baja para que salga más barato.
Pero a pesar de todas estas ventajas, todavía son muchas las empresas españolas que se muestran reticentes a aplicarlo. Y en el caso de los autónomos tampoco es visto desde una perspectiva muy positiva, ya que cuando un autónomo ejerce su trabajo desde casa por Internet, muchas veces es visto desde fuera como si fuera poco profesional. Cuando realmente es al contrario. La persona que trabaja desde casa debe ser muy profesional, organizado y responsable, ya que de ello depende su estabilidad laboral. Por todo ello, es evidente que en nuestro país, el teletrabajo continua siendo una asignatura pendiente y aunque el número de personas que trabajan en casa va en aumento, todavía estamos muy lejos de las cifras de otros países miembros de la Unión Europea.
