Muchos de vosotros tendréis la suerte de trabajar en una empresa que se encuentra a pocos minutos de vuestra casa, por lo que no tardaréis mucho en llegar cada día y podéis permitiros el lujo de levantaros un poco más tarde. Pero lo cierto es que no todo el mundo tiene tanta suerte, sobre todo en los tiempos que corren, cuando no podemos rechazar un puesto de trabajo simplemente porque se encuentre lejos de nuestra vivienda. Seguro que más de uno ha pensado alguna vez que el mismo trabajo que realiza en la oficina podría hacerlo desde casa y ahorrarse el desplazamiento.
El sector tecnológico es el más beneficiado
Trabajar desde casa tiene muchas ventajas y puede aplicarse a muchas profesiones, aunque siempre relacionadas con las nuevas tecnologías. Los puestos en los que encontramos con mayor frecuencia trabajadores que desarrollan sus tareas desde casa con las del sector del marketing, el periodismo o la informática. Sin embargo, se trata de una modalidad de trabajo todavía muy poco extendida en nuestro país. Actualmente solamente un 7,4% de los españoles trabaja desde casa. Un porcentaje que se encuentra por debajo de la media europea con un 13%. Y la mayor parte de ellos suelen ser profesionales independientes.
Para muchos, trabajar desde casa puede ser visto como una suerte y así es siempre que se establezcan unos horarios para cumplir las tareas y somos disciplinados. No tener que desplazarse a la oficina, poder disfrutar de un horario más flexible, crear tu propio espacio de trabajo como prefieras, etc. Pero también sus inconvenientes. Las distracciones y las tareas que no están relacionadas con el trabajo pueden suponer un peligro para nuestra concentración y para nuestra productividad. Pero veamos con más detalles cuáles son las ventajas e inconvenientes de trabajar desde casa o de trabajar en la oficina.
Ventajas de trabajar desde casa
Ahorro de tiempo y dinero
En las grandes ciudades, donde el tráfico es mayor y las distancias son más amplias, trabajar desde casa supone no solamente una gran comodidad, sino también un gran ahorro de tiempo y dinero en trayectos. Lo cual, sin duda, se ve reflejado en nuestro presupuesto mensual.
Flexibilidad de horario y lugar
Generalmente, las personas que trabajan desde casa disfrutan de una mayor flexibilidad horaria. Y es que el hecho de no tener un jefe supervisando todo lo que hacemos constantemente hace que podamos distribuir las tareas a lo largo de la jornada como más nos convenga. Pero además, podemos elegir el lugar donde queremos trabajar. No tiene que ser necesariamente nuestra casa, sino que podemos hacerlo en la biblioteca o incluso en otra ciudad si queremos pasar un tiempo fuera. A nadie le importa dónde nos encontremos siempre que el trabajo se entregue en plazo.
Compaginar vida laboral y familiar
Trabajar desde casa es una excelente opción para todas aquellas personas que quieren pasar más tiempo con su familia, especialmente con sus hijos, pero que no pueden permitirse el lujo de no trabajar. Esta modalidad de empleo ofrece horarios más flexibles que permiten llevar a los hijos al colegio, cuidarlos en casa o estar pendientes por si necesitan algo.
Crecer profesionalmente sin salir de casa
Muchas empresas ofrecen la modalidad de teletrabajo a sus empleados sin necesidad de mudarse a la misma ciudad. Esto hace que sea posible crecer a nivel profesional trabajando desde casa, ya que no es necesario tener, por ejemplo, que marcharse a vivir a otro país para tener un puesto de trabajo con buenas condiciones laborales. Evitando además todas las complicaciones que conlleva esto.
Desventajas de trabajar desde casa
Falta de contacto humano
Muchas personas prefieren trabajar rodeados de gente. Y es que relacionarse es uno de los rasgos que caracterizan a los seres humanos. Obviamente la oficina es el mejor lugar para hacerlo. Al trabajar desde casa, sin nadie con quien hablar, muchos empleados pueden deprimirse y mostrarse apáticos y faltos de motivación.
Mezclar lo personal y lo laboral
Es cierto que trabajar desde casa permite compaginar mejor la vida laboral con la familiar, pero esto puede ser también un arma de doble filo. Cuando el espacio profesional y personal es el mismo, muchas veces cuesta separar una cosa de la otra. Por ejemplo, disfrutar de los fines de semana sin estar pensando en el trabajo o centrarnos demasiado en las tareas profesionales en detrimento de las domésticas.
Más distracciones
La productividad al trabajar desde casa es muy relativa. Si queremos ser eficientes es importante aprender a concentrarse. El problema es que es demasiado fácil distraerse en casa: hacer la comida, atender a nuestros hijos, hacer la colada, llamadas telefónicas, etc. Si no establecemos unos horarios, puede que no seamos tan productivos como deberíamos. Y aunque nos esforcemos por hacerlo, siempre hay variables que no están en nuestra mano.
Aumento de los gastos de suministros
El trabajo desde casa es la mejor forma de ahorrar en tiempo y desplazamientos, pero al mismo tiempo gastaremos más en suministros que pagamos nosotros: luz, agua, calefacción, etc. No obstante, podemos sacrificar nuestra libertad horario y trabajar por ejemplo en una biblioteca para reducir estos gastos.
Debemos comprender que trabajar desde casa o desde la oficina no debe convertirse en una lucha o competencia. Simplemente hay personas que prefieren trabajar desde casa y consiguen organizarse y ser productivos, mientras que otras disfrutan más yendo a la oficina, cambiando de entorno y relacionándose con sus compañeros. Se trata de una elección personal que, como todo, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por eso, solamente tú podrás valorar qué es lo que realmente será más beneficioso para ti.
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