Sprint final en los estudios y ¿ahora qué?

Muchos estudiantes viven estas semanas como un auténtico sprint. En la meta (el fin de curso) hay un final pero, sobre todo, un principio. Y ahora, ¿qué? Es la pregunta que, entre trabajos y exámenes finales, se repiten miles de estudiantes y que se expande desde alumnos que pronto acabarán su máster, hasta los de último curso de universidad, los jóvenes de segundo de Bachillerato con la Selectividad a la vuelta de la esquina y, también, los estudiantes de la ESO que tienen que ir tomando ya decisiones de peso.

De ese joven en últimos cursos de la ESO hasta el de fin de máster hay un mundo. Pero uno y otro, como el resto, comparten estos meses más de lo que parece: nervios, presión, falta de tiempo… Y, sobre todo, la sensación de fin de ciclo, unida a la incertidumbre del que está por venir y a las dudas de si se tomará la decisión acertada.

Si estás en esta espiral, te explicamos las posibilidades a tu alcance, pero antes hay algo que es bueno tener presente: el camino que elijas no es irreversible. Así, la ansiedad que provoca decidir qué estudiar: ¿FP, bachillerato, una carrera….?, y en qué especialidad, puede manejarse mejor si se tiene en cuenta que el paso es importante, está claro, pero siempre tendrás oportunidades en el futuro para ir reorientando tu decisión y tu carrera. Si bien es cierto que nuestros padres empezaban a trabajar en un sector y en él permanecían toda su vida profesional, en la actualidad, las estadísticas nos dicen que cambiamos de sector unas 5 veces en nuestra vida profesional. Así que relativiza la decisión que estás a punto de tomar.

Decisión difícil antes de finalizar la ESO

¿Seguir estudiando o no? Y, si se sigue, ¿FP o Bachillerato? Estas preguntas asaltan ya a los estudiantes, no del último curso de la ESO, sino incluso del penúltimo, que deben decidir si apuestan por un itinerario u otro. Si tienen claro que todavía es pronto para lanzarse al mercado laboral pero todavía no saben qué estudiar, la decisión no será fácil.

Por lo pronto, les convendrá saber que, ahora mismo, en las ofertas de empleo dominan los titulados universitarios (a los que se dirigen un 30%), seguidos de los estudiantes de FP (un 21% de las ofertas), entre los que son más demandados los de Grado Superior, estudios que aún no están al alcance de los titulados de la ESO.

Además de a Bachillerato, sí es posible acceder a estudios de Grado Medio, entre los que destacan por las oportunidades de empleo que ofrecen los de la rama de Administración y Gestión, seguida de Electricidad y formación en Electrónica, y de Informática y Telecomunicaciones.

2º de Bachiller, simplemente frenético

Exámenes de fin de curso, la selectividad que ya asoma, el temor a las notas de corte… son tantas las tensiones para los estudiantes de segundo de Bachillerato que, en estas semanas, parece que no queda ni tiempo para reflexionar sobre lo importante: ¿cómo quiero que sea mi vida tras esta etapa?

Habrá quienes lo tengan claro y quieran lanzarse al mercado laboral o aquellos que no tengan duda alguna sobre la carrera hacia la que quieren orientarse. Pero, para muchos, el momento es distinto: saben que quieren seguir estudiando, pero el qué todavía se les resiste. La primera cuestión a resolver: ¿Ir a la universidad o estudiar un Grado Superior?

-Grado Superior: Elegir este camino tiene varias ventajas. Menos tiempo de estudio (dos años frente a cuatro, por lo general, de un grado); una formación más ligada a las competencias prácticas, o las altas posibilidades de empleo son algunos de los fuertes de la Formación Profesional. Este último punto se dispara según los estudios de Grado Superior que curses. Administración, Informática, Fabricación Mecánica, Electricidad y Marketing son las ramas que ofrecen más salidas.

-Universidad: Aquí son muchos los puntos que entran en juego, además de lo que uno quiera estudiar. ¿Me dará la nota? Al margen de ese interrogante, saber las carreras con más salidas en el mercado laboral, puede ayudar en la toma de decisiones.Entre los estudios universitarios, las STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) destacan en un momento en el que hay más ofertas de empleo que candidatos. Las carreras en TIC (ingeniería informática, ingeniería de telecomunicaciones, etc.) son también una apuesta de futuro. El resto de ingenieras, las carreras de la rama de la Salud, y las que están relacionadas con Economía y Banca, ofrecerán a sus titulados buenas opciones laborales.

Fin de máster o de grado; el mundo laboral a la vuelta de la esquina

Muchos estudiantes de grado y de posgrado están en sus últimos meses de estudio, ante los que, de pronto, se abre un vacío. ¿Después qué? Las posibilidades de dar, ahora sí, el salto al mercado laboral son más claras que en los anteriores casos.

Por ello, empezar por ser becario en España es una buena vía para adquirir experiencia, un requisito indispensable en muchas de las ofertas de empleo disponibles. Un periodo sabático en el extranjero puede ser otra opción, teniendo además en cuenta que más de tres de cada diez ofertas buscan candidatos con idiomas.

En este cruce de caminos, tienes todavía otra ruta a elegir. Si acabas el máster puedes estudiar un doctorado y, si estás a punto de finalizar el grado universitario, estudiar un máster puede colocarte en mejor posición para encontrar empleo. En este caso, no olvides que no todos los masters son iguales, ni todos te ofrecerán las mismas oportunidades. Por ello, elegir bien el máster que estudias será importante y no tan fácil, porque la oferta de estudios de posgrado es amplia. Analizar los contenidos del programa, la reputación y, sobre todo, si ofrece prácticas, son aspectos que no debes olvidar antes de escoger.

Pequeñas píldoras para todos los estudiantes

Elijas lo que elijas, convertirte en un nini no ayudará. Desde que un estudiante acaba la ESO puede optar por intentar acceder a un empleo, pero la contratación no es sencilla: la tasa de paro juvenil afecta a cuatro de cada 10 jóvenes menores de 25 años. Además, a menor formación, más probabilidades de desempleo.

Por eso, si decides que este es tu último curso en estudios oficiales ten en cuenta que hay otros en los que sería bueno persistir para no tenerlo crudo para encontrar empleo. Idiomas (aprender inglés es fundamental), habilidades comerciales y de comunicación (estás competencias se reclaman ya en prácticamente cualquier empleo), o el dominio de las nuevas tecnologías, serán apuestas seguras para responder a las necesidades del mercado laboral.

Estancias en el extranjero, prácticas profesionales o voluntariado en ONGs son posibilidades a barajar para ir pareciéndote poco a poco a ese profesional en el que te quieres convertir y para ganar terreno para el acceso a empleo. Opositar para trabajar en el sector público es otra alternativa para quienes finalicen sus estudios, para lo que habrá que consultar la oferta de empleo público y apuntarse a cursos para preparar oposiciones.

No es fácil anticipar qué demandará el mercado laboral del futuro, pero algunas previsiones pueden dar un empujón a aquellos que estén en este momento de cambio y no se decanten por unos estudios concretos: el trabajo del mañana será digital, versátil y global. Además, la competencia ya no será solo entre trabajadores. Las tareas que puedan realizar máquinas, dejarán de necesitar empleados.

Así, quien sea capaz de generar valor, de aportar más a una empresa que un robot, lo tendrá más fácil para mantenerse activo. De hecho, se prevé que en 2020 (antes de que acaben un grado los estudiantes de segundo de bachillerato que lean este reportaje), hasta doce millones de empleos no cualificados desaparecerán. El dato positivo: para el mismo año habrá 16 millones de nuevos puestos de trabajo para personal cualificado. Por ello, seguir adquiriendo competencias que te diferencien será clave, sea cuál sea el camino que tomes tras este sprint, nunca dejes de formarte.