Cuando Steve Jobs murió en 2011, la humanidad perdió a uno de los mayores genios tecnológicos que la historia haya conocido jamás. Un auténtico visionario que consiguió revolucionar nuestro mundo y al que muchos tacharon de egocéntrico, arrogante e incluso de loco. Ciertamente, Steve Jobs era una persona con un carácter difícil y, por cada idea genial que tuvo, hubo también un montón de ideas desacertadas. Su manera de gestionar era la confrontación y su forma de ser autoritaria y, algunas veces, con muy poco tacto era conocida por todos aquellos que formaban parte de Apple. De hecho, muchos han dicho que no era fácil trabajar con él.
Sin embargo, consiguió transformar la imagen de la compañía y revolucionar los mercados en los que trabajaba. Idependientemente de la opinión que pueda merecernos el fundador de Apple, nadie puede negar que Steve Jobs era una persona activa, exitosa y productiva. De hecho, los más cercanos a él siempre se asombraban de lo inagotable que podía llegar a ser. Pero, ¿cuál era el secreto de su gran rendimiento profesional? Contaba con algunos trucos para ser más productivo que fueron los que innegablemente le dieron el éxito en vida y de los que todos podemos aprender.
4 claves para ser más productivo
1. Centrarse en lo realmente importante
Cuando Steve Jobs volvió a Apple en 1997, una de las primeras cosas que hizo fue reducir la cantidad de productos que la marca tenía en venta. A partir de entonces fue introduciendo algunos dispositivos nuevos, pero siempre buscando la simplicidad. Pero esto no solamente lo aplicó a Apple, sino que también aconsejó por ejemplo a Nike que revisara su catálogo y se olvidara de lo accesorio, de lo menos importante.
Este principio que Jobs aplicaba en su vida, también podemos aplicarlo nosotros a nuestra vida cotidiana. Si por ejemplo tenemos demasiado trabajo, puede que sea necesario aprender a decir "no" más a menudo. Líbrate de aquello que no aporta nada a tu vida o a tu carrera y enfoca todos tus esfuerzos en lo que importa de verdad.
Nos preguntamos qué cosas no vería Jobs con buenos ojos de Apple hoy en dia, porque muchas cosas han cambiado desde que él no está y otras se siguen manteniendo como su legado. Pero lo cierto es que esta forma de trabajar, parece realmente sencilla si se piensa fríamente. Permite que la gente reduzca sus tareas a una, aquella que sabe que realmente puede llevar a cabo.
2. Aprende a delegar responsabilidades
Centrarnos en lo que importa es algo que resulta más fácil en la teoría que en la práctica. Lo que hacía Jobs era delegar y asegurarse de que cada persona estuviera haciendo aquello que tenía que hacer y nada más. Durante las reuniones de Apple, Jobs repartía las tareas y hacia que la gente se sintiera responsable de ellas.
Para ser más productivos y conseguir mejores resultados en el trabajo, es necesario evitar intentar llevar mil tareas a la vez. Debemos asumir que no somos superhéroes y que no podemos abarcarlo todo por mucho que queramos. Concéntrate en una única tarea y lograrás ser mucho más eficiente. Cuantas más tareas deleguemos en personas cualificadas para ello, más tiempo tendremos nosotros para centrarnos en lo realmente importante.
3. Vive más experiencias vitales
Centrarnos en una única tarea no quiere decir que debamos cerrarnos a todo lo demás. En el famoso discurso que dio en la Universidad de Satanford, Jobs hizo hincapié en la importancia de mirar continuamente a nuestro alrededor para aumentar la cantidad de habilidades que poseemos. Cuando estudiaba en la misma universidad, Jobs se apuntó a un curso de diseño especializado en caligrafía y tipografía. Lo que aprendió no le fue útil de forma inmediata, pero años después, cuando estaba diseñando el primer Mac, pudo aplicar lo que había aprendido en aquel curso cuando tuvo que definir las tipografías del ordenador.
Pero además, Jobs siempre enfatizó la importancia de la creatividad. En una entrevista a Wired llegó a definir la creatividad como el arte de realizar conexiones. Esto quiere decir que cuantas más experiencias tengamos en la vida, más podremos enriquecer nuestro trabajo. Así pues, abrirse a nuevas experiencias vitales aumenta nuestro potencial de productividad.
4. Evalúa tu vida cada día y cambia lo que consideres oportuno
En el mismo discurso que dio en la Universidad de Stanford, Jobs también habló sobre la importancia de la motivación en la vida. Para él, esta motivación era la muerte. Puede parecer siniestro, pero lo que quería decir es que debemos valorar cada día lo que hacemos y preguntarnos si es realmente lo que queremos hacer. Si en varios días seguidos respondemos negativamente a esta pregunta, es posible que haya llegado la hora de revisar nuestras metas en la vida.
Siempre hay días en los que podemos sentirnos más bajos ánimos, pero si hay más días en los que nos gustaría estar haciendo otra cosas que días en los que realmente nos sentimos plenamente satisfechos y realizados, es que algo no va bien y tal vez sea el momento de cambiar de rumbo en nuestra carrera.
Recuerda siempre lo que dijo Jobs una vez: "Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos".
