¿Con frecuencia olvidas lo que estudias? ¿Te sientes incapaz de memorizar? ¿Pasas horas delante del libro y tienes la sensación de que no aprendes nada? Hacer exámenes, redactar informes, resolver problemas laborales… Muchas de las actividades que debemos realizar cada día necesitan de una buena dosis de concentración. Una capacidad que además de ahorrarnos mucho tiempo, es fundamental en el proceso de aprendizaje y de memorización. Sin embargo, no todos tenemos la misma capacidad para concentrarnos en estos momentos y muchas veces terminamos distrayéndonos con el simple vuelo de una mosca. Pero tenemos las claves para conseguir mejorar tu capacidad de concentración.
Hay que entrenar la capacidad de concentración
Evitar las distracciones y mantener un buen nivel de atención durante largos periodos de tiempo son dos de las quejas más frecuentes entre muchas personas que tras varias horas de estudio trabajo notan como su productividad ha sido nula o muy escasa. Los expertos afirman que todos los estudiantes tienen la misma capacidad para concentrarse, pero es necesario entrenar y practicar desde edades tempranas para que sea efectiva. Por esta razón, desde los primeros momentos en que se detecta, es fundamental buscar soluciones para evitar que le problema se prolongue en etapas posteriores.
No obstante, la adquisición de distintas técnicas y hábitos para concen ya en la edad adulta pueden ayudar a corregir en gran medida la falta de concentración. De esta forma, podremos mantener la atención por más tiempo en lo que estamos haciendo y nuestro esfuerzo tendrá su recompensa.
7 Hábitos para concentrarse mejor en los estudios
- Ambientación del espacio de trabajo: para evitar las distracciones que puedan perjudicar a nuestra concentración, es fundamental contar con un lugar de trabajo apartado, libre de ruidos y sin nada que pueda fomentar la falta de atención.
- Elegir un horario adecuado: a la hora de elegir el momento para ponernos a estudiar, debemos atender a nuestras preferencias según la hora a la que nos concentremos mejor. No obstante, debes saber que generalmente todo el mundo es más productivo por la mañana y que la capacidad de concentración va descendiendo a lo largo del día. Por eso, lo ideal es empezar por la materia más complicada y dejar las tareas más livianas para el final.
- Pauta de estudio: el cansancio también puede favorecer la pérdida de la concentración, por lo que es aconsejable fijar sesiones de estudio estructuradas que alternen el estudio con el descanso. Algunos expertos recomiendan estudiar en sesiones de 45 minutos y parar entre 10 y 15 minutos para descansar. De esta forma despejaremos la mente, nos resultará más fácil retener lo estudiado y nos prepararemos para la siguiente sesión de estudio.
- Organizar el material: levantarse continuamente a por cosas que necesitamos pueden dar lugar a distracciones que afectan a nuestra capacidad de concentración. Pero podemos evitarlas si antes de empezar organizamos todo lo que vamos a necesitar.
- ¿Solo o acompañado?: a muchas personas estudiar con alguien al lado puede distraerles, pero para otras resulta motivador y les ayuda a concentrarse más en sus estudios, siempre que el acompañante mantenga la misma actitud. Con lo cual, esta elección depende de ti.
- Alternar distintos métodos de estudio: memorizar durante dos horas consecutivas o dedicar todo el día a hacer resúmenes y esquemas puede resultar agotador y perjudicar a nuestra concentración. Por eso, es recomendable alternar distintos métodos de estudio para hacer más amena y más interesante la sesión.
- Cambiar de materia: si no puedes evitar las distracciones, una buena alternativa es cambiar de materia de estudio. Este cambio aportará un nuevo interés y aumentará otra vez su concentración. Es posible que al cambiar de nuevo, vuelvas a concentrarte mejor en la materia anterior.
Técnicas de estudio que ayudan a concentrarse mejor
La falta de concentración se debe en gran medida a la ansiedad, la tensión o las preocupaciones. En este caso, podemos recurrir a diferentes métodos de estudio y ejercicios mentales que nos ayuden a relajarnos y a preparar y ejercitar nuestra mente para concentrarnos mejor.
- Tachar letras: una buena técnica de concentración es coger una página de un periódico o revista que ya no sirva y tachar a la mayor velocidad posible la letra que queramos. Conforme vayamos adquiriendo mayor destreza en este ejercicio, podemos tachar dos o más letras para entrenar nuestra capacidad de concentración.
- Visualizar una imagen: a través de este método, podemos visualizar en nuestra mente una figura geométrica sencilla e intentar fijar la atención en ella todo el tiempo que podamos. Cuando la figura desaparezca de nuestra mente, apuntaremos el tiempo logrado. El ejercicio debe ser repetido con frecuencia para intentar superar cada vez el tiempo anterior.
- Juega a vídeojuegos: aunque no es bueno abusar, lo cierto que según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Rochester (Nueva York) publicado en Nature, aquellas personas que juegan a vídeojuegos de acción, mejoran su atención selectiva visual, son capaces de atender a más estímulos y son más eficientes a la hora de usar sus recursos atencionales.
- Juegos de atención: hay juegos muy sencillos que están pensados para que aquellos que los realicen entrene su atención sin darse cuenta. Algunos ejemplos son por ejemplo los tamgram, las sopas de letras, los sudokus, el ajedrez o las imágenes de buscar las diferencias. Este tipo de juegos requieren de mucha concentración por lo que poco a poco iremos entrenando nuestra capacidad al mismo tiempo que nos entretenemos, favoreciendo nuestra concentración a la hora de hacer otras actividades.
- Practicar la meditación: en 2007 un equipo de investigadores publicaron un artículo en la revista científica PNAS sobre los beneficios de la meditación durante 20 minutos al día a lo largo de cinco días. Según ellos, este entrenamiento es suficiente para mejorar el rendimiento en un test de atención, además de minimizar los niveles de ansiedad y cansancio. Alguno de estos cursos técnicas mente cuerpo pueden irte muy bien.
- Música y sonidos: escuchar música también puede convertirse en un buen ejercicio de concentración. Consiste en escuchar nuestra música favorita e intentar concentrarnos en diferenciar los distintos instrumentos que suenan. Además, si se intercalan varios sonidos en la misma melodía, podemos intentar atender de forma exclusiva solamente a uno de ellos.
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