Según las previsiones económicas, a lo largo del año 2015 los datos de empleo continuarán su tendencia hacia la recuperación. No obstante, la situación de nuestro país sigue siendo dramática, con tasas de paro que suponen un gran lastre para la riqueza del país y que afecta a muchas familias actualmente. Siendo los jóvenes y los mayores de 45 años los colectivos más perjudicados. De hecho, son muchos los jóvenes que ante la ausencia de ofertas de empleo han debido emigrar al extranjero en busca de oportunidades. Y muchos los mayores de 45 años que se han visto obligados a reencaminar su carrera a través de cursos de FPO para hacer más atractivo su curriculum.
Obviamente, aquellos que cuentan con mejor formación resultan más deseables cuando los reclutadores necesitan cubrir un puesto de trabajo en su empresa. Pero también es cierto que actualmente hay muchos profesionales cualificados que también están teniendo dificultades para reincorporarse al mundo laboral o, incluso, para conseguir su primer puesto de trabajo. Y es que resulta evidente que la crisis no ha afectado a todos los sectores por igual y que hay otros que, lejos de estar pasando por un mal momento, están experimentando un gran crecimiento. Por este motivo, es importante saber analizar bien las necesidades del mercado para saber cuáles son los perfiles más demandados y aumentar las posibilidades de éxito.
España encabeza la Sobrecualificación en Europa
Pero además, surge otra duda ¿Qué tipo de formación será más adecuada para conseguir mejores oportunidades laborales en el futuro ¿La Formación Profesional o la Universidad? La respuesta no es fácil. Hace unos años, el hecho de tener un hijo universitario se convirtió en señal de progreso social y material, haciendo que los ciclos de FP quedarán relegados a un ámbito marginal, para aquellos que no se consideraban capaces de afrontar la enseñanza universitaria. Lo cual ha dado a un exceso de titulados universitarios que el mercado laboral español se ha visto incapaz de absorber. Algo que tiene mucho que ver con el hecho de que el tejido productivo de España esté poco enfocado a la investigación y mucho al turismo, haciendo que la demanda de titulados universitarios sea menor que en otros países de Europa y que en la actualidad España encabece la sobrecualificación dentro del continente.
Por otro lado, existe una gran discordancia entre lo que se enseña en las aulas universitarias y lo que realmente demandan las empresas. Algo que sucede en menor medida cuando hablamos de titulados de FP. Y es que al tratarse de enseñanzas más técnicas y más prácticas, muchas veces pueden cubrir mejor las necesidades de las compañías. Debemos señalar también que, según las previsiones para el año 2020, el mercado necesitará una gran cantidad de profesionales de cualificaciones medias procedentes de ciclos de grado medio y superior. Concretamente se estima que el 50% de las ofertas de empleo sean para titulados medios y un 35% para titulados superiores.
un 20% de las ofertas son para FP y en el 2020 representarán el 50%
De hecho 2 de cada 10 ofertas publicadas en los portales de empleo ya están dirigidas a este tipo de perfiles. Por este motivo, no es de extrañar que las tasas de colocación de los titulados de FP en el primer año sean muy altas. Cabe destacar además que cuando nos referimos a titulados universitarios la tasa de empleo temporal se sitúa en el 61% mientras que para los alumnos de FP los contratos son mucho más estables con tasas de temporalidad de solamente el 21%.
A esto hay que sumar el incremento de las tasas universitarias que, para una familia de poder adquisitivo medio-bajo están siendo imposibles de afrontar. Lo cual contrasta con la facilidad de acceso a los ciclos formativos cuyo precio es mucho más económico. Reduciéndose además los gastos de la familia cuando hablamos de FP a distancia pues el alumno ni siquiera tiene la necesidad de trasladarse a otra ciudad para cursar sus estudios. Todo ello ha dado lugar a un gran aumento de la cantidad de alumnos que se han matriculado en enseñanzas de FP en detrimento de las enseñanzas universitarias. De hecho, en algunas comunidades de España como es el caso de Valencia y el País Vasco el número de estudiantes de FP ya ha superado a los matriculados en la Universidad.
Pero no solamente el precio de la universidad lo ha sido lo que ha llenado las aulas de FP, sino que este tipo de enseñanzas también cuentan con otras muchas ventajas como la duración y las prácticas profesionales que permiten a los alumnos abrirse camino hacia un puesto de trabajo. De hecho, aunque ahora en menor medida debido a la crisis, hace unos años la mayoría de ellos se colocaban gracias a las prácticas de empresa.
4 de cada 10 universitarios, después de 7 años, siguen trabajando en puestos por debajo de su nivel de estudios
No obstante, esto no quiere decir que todos los títulos universitarios compitan al mismo nivel y que las enseñanzas de FP sean siempre la mejor opción. De hecho la demanda de algunos perfiles universitarios ha aumentado durante la crisis. Lo que resulta evidente es que en los estudios de humanidades la inserción siempre será peor, con menor salario, con mayor temporalidad y sobrecualificación, pues las escasas salidas laborales obligan en muchos casos a los licenciados a cubrir puestos no relacionados con su formación y de menor rango. De hecho, según un estudio llevado a cabo por el Ministerio de Educación en el año 2014, 4 de cada 10 titulados universitarios que acabaron la carrera hace 7 años se encuentra trabajando en puestos por debajo de su nivel de estudios.
Pero a pesar de que en las carreras industriales y científicas haya mayor tasa de colocación, lo cierto es que aunque se necesiten ingenieros que diseñen máquinas, también se necesitan obreros cualificados que sepan manejarlas. Con lo cual, es importante que los planes de estudio se adapten a la demanda empresarial y que el número de titulados que salen cada año de las universidades se corresponda con las ofertas de empleo reales del sistema productivo. Conscientes de ello, las universidades privadas también han decidido subirse al carro de las enseñanzas de FP que han visto en ellas un nuevo nicho a explotar, dejando de esta forma la FP de ser el aptito feo de la educación..
