En los últimos tiempos se ha puesto muy de moda el término freelance. Sin embargo, no todo el mundo conoce el significado de freelance. Seguro que no lo sabes, pero no se trata para nada de una palabra que hayamos acuñado recientemente, sino que proviene de la Edad Media. Sí, sí, como lo oyes. En la época medieval se denominaba con este vocablo a aquellos caballeros que no servían solamente a un señor, sino que podían ofrecer sus servicios a cualquiera. Es lo que se conoce también como mercenario (free = independiente y lance = lanza). En la actualidad, la esencia de freelance continúa vigente. Una persona que trabaja por cuenta propia de aquello sobre lo que tiene formación o habilidades especiales, realizando trabajos ya sea para empresas o para particulares y cuya remuneración suele establecerse por objetivos no por horas dedicadas al proyecto.
Aunque esta metodología de trabajo, empezó a extenderse sobre todo en los países de habla inglesa, sobre todo en Norteamérica, en los últimos años ha entrado pisando fuerte en muchos países de habla hispana. Por eso, tanto en España como en América Latina es una modalidad en auge que está empezando a ser considerada por muchos como el futuro del mercado laboral, ya que de esta forma es posible contratar a verdaderos talentos sin que la distancia suponga un problema.
Con la aparición de Internet y la escasez de puestos de trabajos en empresas como asalariados, son muchas las personas que han decidido formar parte de esta modalidad de trabajo que no cuenta con un horario fijo y que no obliga a seguir una política de empresa ni a responder ante un superior. De hecho, el freelance es su propio jefe, por lo que es él mismo el que establece sus propias reglas. Así pues, todas aquellas personas que trabajen por su cuenta pueden ser considerados como autónomos o freelance, ya que lo que realmente lo caracteriza es el hecho de ofrecer sus servicios a terceros y recibe una remuneración por ello sin quedar sujeto a un contrato de trabajo. En caso de que exista contrato, no estaríamos hablando de freelance, sino de un TRADE (Trabajador Autónomo Económicamente Dependiente).
Debido a la crisis, también son cada vez más las empresas que deciden recurrir a este tipo de servicios, ya que además de ahorra costes en la contratación de un profesional asalariado, pueden contar con los servicios de un experto que dedica su jornada laboral a la misma tarea, pero para distintos clientes. Lo cual supone una enorme ventaja para la empresa que puede contratar los servicios de forma periódica o puntual, según las necesidades de la misma, al no haber obligación de continuar la relación laboral más allá del encargo realizado.
Pero además de las ventajas de ser freelance, esta modalidad de trabajo no está exenta de algunos riesgos que el profesional debe estar dispuesto a asumir. Por eso, antes de lanzarnos a la piscina, es importante qué nos hagamos algunas preguntas sobre qué es ser frelance realmente. Si eres una persona ambiciosa, con determinación, independiente y organizada o con gran prestigio en alguna materia en concreto, ser freelance puede ser una opción muy tentadora, pero es importante que analices una serie de cuestiones y saber que realmente estás capacitado para ello.
¿Qué gano siendo Freelance?
El rango de clientes para los que puede trabajar un freelance es muy amplio, pues va desde pequeñas empresas que acaban de empezar hasta grande marca conocidas. No obstante, se trata de un trabajo en el que el profesional debe gestionarlo todo. No solamente las propias tareas del encargo, sino también mantenerse actualizado en lo que respecta a sus conocimientos, labores financieras y administrativas y auto-promoción para captar nuevos clientes. Además, es importante que el freelane sepa organizar bien su tiempo y saber cuánto debe dedicarle a cada cosa.
Como contraprestación a ello, el freelance gana en flexibilidad tanto en horarios como en poder trabajar solamente en aquellos proyectos que realmente le gusten y rechazar los que no. Pero además, el hecho de no estar sujeto a un salario hace que el trabajador autónomo no tenga límites a la hora de ganar dinero, ya que puede expandirse a nuevos campos o contratar a otros profesionales puntualmente para entregar los proyectos a tiempo.
¿Qué problemas conlleva ser freelance?
Aunque para muchos, todo lo que acabamos de decir puede constituir una gran ventaja, para otros, en cambio, puede significar un gran inconveniente, sobre todo para aquellos que no cuenten con la disciplina necesaria. Además, los comienzos no siempre son fáciles, ya que puede llevar un tiempo conseguir beneficios suficientes para vivir, además de presentarse algunos problemas si los clientes no pagan a tiempo, lo que puede provocar cierta incertidumbre económica. Por otro lado, para algunas personas puede suponer un problema el hecho de no tener compañeros con los que hablar o que le den cierto apoyo en las situaciones complicadas.
¿Cuáles son los riesgos que debe afrontar el profesional freelance?
Ser tu propio jefe quiere decir que no existen garantías de trabajo, por lo que tampoco las hay de conseguir ingresos de forma estable. No obstante, el hecho de venderte a ti mismo en lugar de un producto suele generar mayor confianza y seguridad, pues el cliente puede tener una relación directa contigo, lo que aumenta la calidad de la comunicación y reduce las posibilidades de confusiones.
En cualquier caso, la ventaja es que no dependes de una única fuente de ingresos como les ocurre a los trabajadores por cuenta ajena que, en caso de ser despedidos, no reciben ninguna remuneración. Si el freelance pierde un cliente, siempre puede buscar otros nuevos que compensen la pérdida.
Por eso, lo ideal es que si estás trabajando a tiempo completo en una empresa, vayas realizando el cambio de manera gradual para evitar estos riesgos. Infórmate bien sobre todos lo que necesitas para dar el salto y trabajar por cuenta propia, para que de esta forma puedas evitarte quebraderos de cabeza y lograr una buena estabilidad.