¿Saber un poco de todo o saber todo (o casi) de un poco? Si esta pregunta te ronda la cabeza porque se te resiste el acceso a ese empleo que buscas o porque no ves claro el camino por el que seguir ampliando tu formación, desde TopFormacion te facilitamos algunas claves de lo que prefieren las empresas y de las habilidades con mayor proyección en el mercado laboral.
¿Especialización = éxito profesional?
Durante muchos años, las llamadas a especializarse se han convertido casi en un mantra para garantizar el acceso al empleo. De hecho, son muchos los estudios que apuntan a que esta es una tendencia que sigue al alza y que las empresas, especialmente las que ofertan puestos de trabajo de mayor cualificación, topan con dificultades para encontrar los candidatos que buscan.
Aunque existen ciertos perfiles profesionales que no precisan de un alto nivel de especialización, como puede ocurrir con algunos trabajos de menor cualificación, son muchas las áreas de actividad en las que el conocimiento se convierte, si no en imprescindible, sí en un valor para la inserción laboral.
En ramas profesionales como la salud y el bienestar o la venta y el marketing la especialización es un factor de peso para la contratación, como ocurre con prácticamente todos los perfiles relacionados con la I+D+i y el sector tecnológico, uno de los que más avanza en este sentido.
De hecho, pese a las tasas de desempleo actuales, son muchas las empresas que aseguran no encontrar en España trabajadores con el nivel de especialización que necesitan, tal y como han apuntado distintos estudios a lo largo del año. Así, ¿está en esta tendencia la clave para orientar la formación y allanar el acceso a un empleo de calidad? Pese a que son muchos los sectores en los que se apuesta por esta vía, la incógnita no puede resolverse sin tener en cuenta otros factores.
Y ahora, ¿polivalencia?
Una de las razones por las que el `saber todo (o casi) de un poco´ aún no se impone como solución a este interrogante tan común es que, como habrás podido comprobar de primera mano, a la especialización se ha ido sumando con fuerza otro concepto que, en principio, puede parecer casi antagónico: la polivalencia.
Ser versátil se ha convertido así, especialmente en los últimos años, en otro valor que parece sumar puntos a la hora de acceder un puesto de trabajo. ¿Significa esto que, para triunfar en el mercado laboral, es necesario avanzar en la formación en distintas áreas, aunque no estén completamente conectadas y convertirse en un empleado todoterreno?
¿Es mejor valer para un roto que un descosido?
No necesariamente, aunque existen empleos y empresas que priman ese tipo de figura que, como dice el refrán, `lo mismo vale para un roto que para un descosido´. Además de para referirse a estos perfiles, cuando se habla de la importancia de ser polivalente para poder sumarse a un equipo de trabajo, a lo que suelen referirse muchos expertos es al peso cada vez mayor que están adquiriendo una serie de competencias transversales que es recomendable empezar a desarrollar, especialmente si se busca un empleo de calidad.
La capacidad para trabajar en equipo, la orientación a resultados, las habilidades comunicativas, el espíritu crítico o la flexibilidad figuran en esta lista de habilidades que, como subraya el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), está demandando el mercado laboral, en el que se empiezan a incluir también entre estas competencias otras como las habilidades internacionales o los valores sociales.
¿Especialización + polivalencia = éxito?
Así, esa duda sobre si es mejor apostar por saber un poco de todo (polivalencia) o, por el contrario, por saber todo (o mucho) de un poco (especialización) no tiene una respuesta única, puesto que las situaciones son tan variadas como las aspiraciones que uno tenga en cuanto a su carrera profesional, al sector al que decida enfocarse o la política de recursos humanos de cada empresa.
Sin embargo, aunque la matemática no sea exacta, a lo que sí apuntan los expertos es a una combinación de ambas opciones con la que podría afianzarse la carrera hacia el éxito profesional. Esto porque, poniéndose en la piel de un reclutador, ¿quién no apostaría por un perfil que, además de cumplir con las expectativas del puesto en cuanto a especialización, sea colaborativo, tenga capacidad de organización o no dude en la toma de decisiones?
Empujón a las competencias transversales
A la luz del peso que estas competencias de tipo transversal han ido adquiriendo, reforzar aquellas en las que uno tenga mayores carencias podría convertirse en una buena apuesta a futuro para la que existen múltiples alternativas educacionales que propician una mejora de prácticamente todas estas habilidades.
De este modo, a partir de la formación y el entrenamiento, se puede progresar en ámbitos de interés para el mercado de trabajo como el liderazgo, las habilidades sociales y comunicativas o la motivación, entre otras posibilidades.
Especializarse y en qué
Es clave la sincronía entre empresa y formación
Junto al esfuerzo para dotarse de estas habilidades más genéricas, se sitúa como clave el dominio de una determinada área de especialidad, cuya elección puede depender de las motivaciones de cada uno, las capacidades o, también, de aquellas parcelas del mercado de trabajo en las que existe una demanda insatisfecha de profesionales. Este ajuste entre formación de trabajadores y necesidades de las empresas es, precisamente, el que están demandando desde el sector privado para, frente al desempleo actual, casar con más facilidad las necesidades de contratación con las habilidades de las que se dotan las personas que buscan trabajo.
Si eres de los que presta atención a estos nichos de oportunidad para planificar la línea formativa a seguir, te interesará conocer uno de los rankings más recientes de las especialidades más buscadas por las empresas españolas. ¡Ojo, las tecnologías dominan! Por ello, aquí puedes acceder a una selección de cursos que te puede resultar útil.
Así, en estos momentos, ampliar las competencias en informática y cosas más específicas como cloud computing, análisis estadístico y recopilación de datos o arquitectura web puede dar un empujón a las oportunidades de empleo o promoción. Del mismo modo, existe demanda de profesionales especializados en Software Quality Assurance (QA), diseño de interfaz de usuario, almacenamiento de datos, middleware y software de integración, así como de revisión de control de sistemas. Las habilidades en reclutamiento y en marketing SEO/SEM se cuelan también en esa lista de competencias que están demandando actualmente las empresas españolas.