Pese a que la pedagogía Montessori data de finales del 1800, numerosas escuelas infantiles están retomando esas enseñanzas para educar a los más pequeños. Muchos educadores, especialmente los que hacen honor a esta pedagogía, califican al método Montessori como una filosofía de vida. Y es que, la aplicación de las pautas creadas por la doctora María Montessori apuntan a lo más íntimo y esencial del ser humano. Hoy en día pueden parecer evidentes, pero para la mentalidad conservadora de sus cohetáneos, sus métodos fueron muy innovadores.
Montessori nació en Italia en 1870 fue médica, bióloga, pedagoga y educadora. Su arraigada educación católica colaboró para potenciar sus ideas feministas y humanistas. Contemporánea del padre de la psicología, Sigmund Freud, creo una clasificación personal de enfermedades psíquicas. La base de sus estudios se afianzaban en lo que luego sería el método de enseñanza que trascendió todas las fronteras, la importancia de las condiciones de vida sobre las posibilidades del individuo.
Antes de que finalizara el siglo XIX, Montessori planteó la relación intrínseca entre el abandono infantil y la delincuencia y expuso la importancia de educar e instruir a los niños con discapacidades mentales.
Método Montessori: Absorber conocimiento como esponjas
La pedagogía Montessori podría resumirse en un ida y vuelta entre el amor y el ambiente. Apuntando a que en un ambiente adecuado el niño desarrolla con mejores resultados sus potenciales. Se vuelve fundamental que en este entorno, padres, educadores y cuidadores atiendan a los pequeños con afecto y amor.
Los niños son como esponjas
Para la doctora Montessori, los niños tienen la facultad de adquirir conocimiento mediante la absorción, de una manera inconsciente. Este proceso, se vuelve consciente con el correr de los años, al que habría que llegar con el tiempo individual de cada ser humano. Montessori solía comparar la mente de los más pequeños con una esponja, haciendo una importante salvedad. La esponja tiene un límite de absorción, pero la mente humana, no. Esto permite iniciar su relación con el mundo.
La observación como base pedagógica
La pedagogía Montessori apunta a la observación de cada individuo para comenzar la educación, algo que debe ocurrir desde los primeros momentos de vida y no esperar hasta los 3 años. Las guarderías y colegios basados en esta metodología ponen especial atención en el diseño del ambiente en el que se acoge a los niños. Los espacios no solo responden a los parámetros de calidez y bienestar, también es importante que brinden seguridad y orden al pequeño. En las escuelas Montessori prima la luz, la vegetación y los objetos de arte.
Método Montessori: España y el método Montessori
El país tiene un vínculo especial con la doctora creadora del método y su pedagogía. Barcelona dio cobijo a María Montessori cuando ésta escapó de Benito Mussolini. La ciudad Condal no fue algo azaroso, en la capital catalana ya se aplicaban sus prácticas desde hacía varios años. No obstante, con la Guerra Civil Española ya instalada, María decidió marcharse de España.
Fue en los comienzos de la década del 70, cuando el país retoma con éxito las enseñanzas de Montessori para dar inicio a una revolución pedagógica. Sin embargo, el proyecto amparado por la Association Montessori Internationale con sede en Madrid, no logró prosperar, en parte por la dictadura y en gran medida por la falta de profesionales que se formaran en el.
Pese al cese de los cursos que la organización brindaba, la idea comenzó a circular y tomar presencia, hasta que en la década del 90 resurgió gracias a la iniciativa de un Centro Escolar de Girona.
Método Montessori: ¿Cómo es el educador Montessori?
Fundamentalmente, el adulto que imparte clases bajo esta pedagogía, es una persona que guía bajo la observación. No responde a los parámetros clásicos del maestro como figura que ya todo lo sabe, por el contrario, el docente Montessori debe tener la capacidad de observar a los niños desde su individualidad y adquirir nuevos conocimientos y herramientas a diario.
El respeto hacia los más pequeños es la base del trabajo del formador que tiene este método como base. Trabaja con niños divididos en grupos de edades comprendidos cada 3 años, períodos que, para Montessori, estaban relaciones con la sensibilización.Así, las escuelas Montessori, forman grupos que va de los 6 meses de vida a los 21 años. A los niños y jóvenes se los atiende como seres competentes y se les fomenta la personalidad de manera individual.
El mobiliario de estos centros es acordes a las necesidades infantiles. La presencia de los padres para estas instituciones es fundamental, por lo que tienen una activa participación en la formación y en la vida escolar del pequeño.
El material de trabajo está basado en la técnica denominada auto-correctiva, donde los niños experimentan el acierto o el error y pueden corregirlo. Uno de los objetivos que persigue este tipo de educación es la autonomía y la autosuficiencia de cada niño.
Método Montessori:Las dificultades para aplicar el método Montessori
Aunque en España existen una veintena de centros educativos que forman bajo esta metodología, su aplicación es costosa, tanto a nivel económico como productivo.
La primera necesidad que encuentra el actual sistema educativo, es la de formar a una mayor cantidad de docentes y maestros en esta metodología. Educadores que no solo deben cubrir la enseñanza básica, teniendo en cuenta que el sistema ideado por Montessori contemplaba los 21 años como fin de la aplicación y de los períodos de mayor sensibilidad para el aprendizaje, se vuelve fundamental para profesores de Educación primaria.
Por otro lado, la observación individual necesaria para desarrollar la filosofía Montessori, hace imprescindible la creación de más espacios educativos (aulas, colegios, guarderías, academias de formación) y por lo tanto mayor cantidad de personal, tanto docente como administrativo.
La mayoría de los establecimientos que imparten clases bajo esta metodología en el país, son privados. Muchos cuentan con una jornada escolar ampliada que abarca desde las 7 de la mañana a las 6 de la tarde. Algunas clases se imparten íntegramente en inglés, porque la enseñanza del idioma extranjero es una prioridad para estas escuelas.
Los niños cuentan con actividades extraescolares, muchas de ellas de pago extra, que incluyen ballet, danza, teatro y hasta viajes internacionales. El coste, por lo general, se asemeja al de otros centros privados. Una escuela de nivel infantil cobra cerca de 450 € la jornada completa, 150 € por el comedor y unos 100 € de matrícula anual.
