¿Oyes hablar de Smart Cities y tu mente se traslada, directamente, al futuro? Error. Es el primero de los errores, pero no el único en el que se suele caer al hablar de ciudades inteligentes. Si, en vez de viajar en el tiempo, el concepto de ciudad inteligente te lleva a pensar en lugares lejanos, caerás en otra equivocación; como lo harás si eres de los que opina que el impacto del fenómeno se limitará únicamente a las TIC y a sus profesionales.
Desmontar esta cadena de falsas creencias es importante, porque la revolución de las Smart Cities es también la del empleo que viene con los profundos cambios que se plantean en nuestro modelo de ciudad. Esta transformación impactará en las habilidades que se buscarán en prácticamente cualquier profesional, y en las demandas del mercado de trabajo, que necesita perfiles que comprendan todos estos cambios y que puedan gestionar la transición hacia núcleos urbanos más inteligentes, más habitables y más sostenibles.
Un mercado de 1,5 trillones de dólares
Así, saber qué son las ciudades inteligentes, en qué posición se sitúa España en este mercado, los sectores implicados, las posibilidades laborales que ofrece el fenómeno y las opciones de formación para aprovecharlas son cuestiones que te interesa responder si quieres mantener tus opciones de acceso al empleo o potenciarlas aprovechando esta realidad en expansión.
Qué es una ciudad inteligente?
En un mundo cada vez más urbano en el que se estima que más de 6 de cada 10 personas vivirá en una ciudad a mediados de este siglo, el concepto de estos espacios tiene que redefinirse para que sigan siendo habitables.
Un ejemplo simple, pero ilustrativo. ¿Has calculado cuánto tiempo de tu vida destinarás a buscar aparcamiento? En París lo hicieron y el resultado sorprende: la media era de cuatro años. Aportar las soluciones a situaciones de este tipo está en la agenda de toda Smart City que, básicamente, aspira a ser una ciudad mejorada gracias a la innovación y la tecnología. Así, con las TIC como pilar, esta reformulación del espacio urbano pasa por una mejor gestión de las infraestructuras y los servicios a ciudadanos y a turistas; así como por un impulso a la sostenibilidad. Este último aspecto impacta en muchos campos, como la energía, la gestión del tráfico y el transporte urbano o el sector de la construcción.
¿Ciudades inteligentes en España?
El hecho de que uno de los referentes en Smart Cities –la Fujisawa Sustainable Smart Town– se ubique en Japón, o que Nueva York lidere el índice IESE Cities in Motion, puede llevar a pensar que este fenómeno avanza, pero más allá de nuestras fronteras. Sin embargo, para desmentirlo, no hace falta más que echar un ojo a ese mismo índice, en el que Madrid y Barcelona se sitúan en los puestos 28 y 35, respectivamente. Además, la capital española es la sexta en cuanto a movilidad y transporte; mientras que Barcelona es cuarta en proyección internacional. Junto con las anteriores, Málaga, Valencia, Sevilla, Bilbao y La Coruña figuran en el top cien de ese ranking. Así, como ves, no hay que irse muy lejos para toparse con este mundo que no va a dejar de crecer. De hecho, se estima que en 2020 el mercado de las Smart Cities alcanzará los 1’5 trillones de dólares de valor.
Sectores y empleos para el nuevo modelo de ciudad
Este nuevo paradigma implica prácticamente a cualquier sector. Aunque las TIC son decisivas, áreas como el transporte, la eficiencia energética o el medioambiente están en el corazón mismo de las Smart Cities y sufrirán cambios profundos que harán necesarios perfiles especializados. También se imponen los cambios en otros muchos ámbitos, desde el turismo, hasta la salud, la administración o la construcción, que deben redefinirse para responder al modelo de ciudad inteligente.
Además, lo que la asociación de empresas de electrónica, TIC, telecomunicaciones y contenidos digitales define como un auténtico motor de generación de empleo, impactará todavía más sobre determinados perfiles, que tendrán mucho que decir en la transformación de nuestras ciudades. Entre ellos, se sitúan los siguientes:
- Arquitectos e ingenieros de datos.
- Desarrolladores de apps de movilidad.
- Emprendedores especializados en servicios o productos innovadores.
- Especialistas en energías renovables.
- Expertos en domótica y técnicos para la instalación.
- Expertos en movilidad sostenible.
- Expertos en redes.
- Expertos en servicios eHealth.
- Profesionales del e-commerce y las pasarelas de pago.
Sin embargo, las oportunidades no acabarán aquí y se extenderán a todo lo que tenga que ver con información y aplicaciones geoespaciales, así como con la energía, la gestión de los residuos urbanos, la dinamización comunitaria o las iniciativas de economía social, entre otras áreas.
Formación para aprovechar el empleo de las ciudades inteligentes
Las opciones para prepararse para los cambios que se avecinan son muchas y muy variadas. hay apuestas novedosas para especializarse en este campo como grados en Gestión de Ciudades Inteligentes y Sostenibles. Este programa ilustra por sí mismo la transversalidad de este fenómeno. Por ello, los estudiantes reciben formación en ciencias sociales y políticas, pero con una base tecnológica sólida. Las competencias en ingeniería, en geografía urbana y en geoinformación son los pilares de un grado que es tan multidisciplinar que en él colaboran las facultades de Ingeniería, Ciencias Políticas y Sociología, Economía y Empresa, así como Filosofía y Letras.
Quienes se sientan más confortables en el clásico ‘más vale lo viejo conocido...’, pueden optar por cualquiera de los estudios mencionados (grados en Administración de Empresas o Economía, en Filosofía y Letras, en Sociología, etc.), o por otro clásico que ganará todavía más protagonismo: las STEM (acrónimo en inglés de science, technology, engineering y mathematics)
Cursar estudios en ciencias, tecnología, matemáticas o cualquier ingeniería será una garantía de acceso al empleo en el campo de las Smart Cities. Además, tal y como apuntaba la lista, si se opta por avanzar en la formación en redes o por cursar posgrados en Big Data o en ciberseguridad, las oportunidades se incrementarán de manera exponencial. Una previsión prueba el valor que tendrán estos perfiles: se espera que, para 2020, los dispositivos conectados a través de IoT (Internet de las cosas) en las ciudades inteligentes escalarán hasta los 10.000 millones.
La adaptación es clave
Del mismo modo, los profesionales con formación de grado o de posgrado en robótica, movilidad sostenible, biotecnología, energías renovables o domótica se colocarán en una buena posición para encontrar empleo en esta transición hacia un nuevo modelo de ciudad que, a la larga, se traducirá para estudiantes y profesionales en un: ‘adaptarse o quedar descolgado’.
Pero, ¿adaptarse a qué? A las necesidades laborales específicas y a la transversalidad que viene con las Smart Cities. El fenómeno provocará además que la mayoría de los reclutadores rastreen los perfiles en busca de puntos comunes. Entre ellos tendrán un lugar destacado la disposición de los candidatos a la formación continua, la capacidad de trabajar por proyectos, la facilidad para adaptarse a los cambios, las habilidades en idiomas y el manejo de nuevas tecnologías. Sin todo esto, ¿cómo acceder a un empleo en ciudades globales e inteligentes en las que todo, o casi, lo regirá la tecnología? ¿Cuál es tu opinión?