Si preguntamos a los niños sobre su asignatura preferida, la mayoría nos dirá Educación física, otros niños más viajados nos responderán que la asignatura de inglés… pero en lo que la gran mayoría coincide, sin dicotomías, es en la asignatura coco, ¿Cuál es? Las matemáticas. Tan odiadas como necesarias, los mismos alumnos coinciden en que es una asignatura importante para la vida diaria, entre otras cosas, salvo que cambien mucho las cosas, el dinero es básico para vivir y sin las matemáticas, aunque sean básicas, no hay forma de llevar cierto control financiero.
Pensar vs. Memorizar
Pues esa animadversión por las matemáticas parece que va a cambiar, o eso parece gracias a un cambio en el aprendizaje de la asignatura que está revolucionando las escuelas. Se trata del método Singapur. El método Singapur nacido en el país asiático de las 63 islas, basa su renovación educacional en la crítica al exceso de memorización y cálculo en las aulas. De hecho se aproxima a las matemáticas por su vertiente más literaria que numérica. El método ha colocado a los estudiantes de Singapur a la cabeza de las pruebas de matemáticas de nivel internacional. Según uno de sus mayores precursores, el profesor Yeap Ban Har (1968) las matemáticas se leen, se escriben y se debaten. Se trata de otro idioma y debemos aproximarnos a ellas como si aprendieramos otra lengua. Heap, doctor en educación matemática por la universidad Tecnológica de Nanyang (China, 10 millones de habitantes), se encuentra estos días por madrid para evangelizar el método Singapur en 20 colegios españoles que son pioneros en la adaptación del método para el aprendizaje de matemáticas. La idea es que los alumnos resuelvan problemas por si mismos aplicando la lógica, ¿pero, qué lógica? la que van adquiriendo aprendiendo a pensar y a aplicar el lenguaje matemático que se les va enseñando.
¿Cómo es una clase del método Singapur?
La clase siempre empieza de la misma forma, el profesor plantea un problema y los alumnos debaten sobre cómo resolverlo. El método consigue que los alumnos lleguen a una única solución pero tomando distintos caminos.
El método Singapur advierte que el memorizar no es lo más natural para el ser humano, por el contrario, una de nuestras fortalezas es la inteligencia y visualización. Esos dos atributos son básicos para aprender matemáticas. Se trata del aprendizaje basado en pensar, esa metodología nos dará una base de matemática funcional que es indispensable para poder avanzar hacia matemáticas más complejas (cuando hablamos de matemáticas más complejas nos referimos a las que nos permiten construir aviones o llevar a gente al espacio…)
¿Diferencias entre los métodos tradicionales y el método Singapur para aprender matemáticas?
Memorización de fórmulas y métodos incomprensibles versus exploración y racionalización de las matemáticas. El método Singapur permite que pensemos por nosotros mismos y que construyamos nuestro propio conocimiento.
Las clases de matemáticas tradicionales ya las conocemos, las del método Singapur se basan en cinco fases: Exploración, Debate, Seguimiento, Reflexión y Práctica.
¿Matemáticas colaborativas, pero qué pasa con los niños tímidos?
Que el método implique comunicación entre los niños, debate, reflexión va a dar cierta ventaja a aquellos niños más extrovertidos, está claro que no todos los niños avanzan con el mismo ritmo. Pero eso no es exclusivo de este método y, en el fondo, los niños más tímidos, poco a poco, además de aprender matemáticas rompen con sus barreras para comunicarse. Por lo tanto el método les ayuda doblemente.
Así que ya sabéis, si queréis aprender matemáticas (y no solo aprobar exámenes) valorad este método de aprendizaje para vuestros hijos y/o para vosotros, porque si hay algo que no deberíamos dejar de hacer nunca es seguir aprendiendo…