¿Sabías que una de cada tres personas se equivoca al elegir carrera? Un error que no solamente puede afectar a las posibilidades de encontrar empleo, sino que además, según el Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social, puede tener importantes consecuencias en nuestro desarrollo profesional. ¿Crees que podrías pasarte toda la vida trabajando en un empleo que odias? La cuestión es que aunque algo pueda llamarnos la atención, no quiere decir que tengamos talento para ello y, por otro lado, hay veces que no sabemos distinguir cuáles de nuestros deseos forman parte realmente de nuestra vocación. Y si lo tenemos claro, no sabemos en qué carrera podemos hacerlos realidad.
A la hora de elegir qué carrera estudiar, es importante tomar la decisión con calma, dedicándole todo el tiempo que se merece. Un orientador puede aconsejarte sobre la carrera que es mejor para ti, pero solamente tú puedes decidir. Y por supuesto nunca te guíes exclusivamente por aquellas carreras que en estos momentos tienen mayor demanda o que suelen ofrecer una buena remuneración, ya que, aunque el dinero es importante, disfrutar de tu trabajo debe ser una prioridad. Así pues, lo mejor es que elijas tus estudios en base a lo que realmente te motiva y te apasiona.
Sin embargo, a pesar de que ahora estés pensando "no sé qué estudiar" o "qué puedo estudiar", debes saber que la orientación vocacional no es un proceso que surge de un día para otro, sino que se desarrolla en el tiempo. Algo que debería reflexionarse a lo largo de toda la educación secundaria, no a última hora con las notas de selectividad ya en la mano. Se trata de un proceso de autoanálisis e investigación que no todos saben hacer. Con lo cual muchos acaban eligiendo carrera en base a aquello que se les da bien en lugar de aquello que realmente les gusta.
¿Cómo saber qué estudiar?
- Intereses manifiestos: la primera pregunta que debes hacerte es qué es lo que te interesa aprender y cuáles son las actividades que más disfrutas haciendo. Puedes hacerte una idea también teniendo en cuenta las asignaturas que más te gustan y en las que mejores notas sacas.
- Profesiones y actividades: una vez que tengas claro cuáles son las actividades que te gustan y a las que te gustaría dedicar toda tu vida profesional, infórmate sobre las carreras que están relacionadas con ellas. Puede que no haya una sola carrera que se adapte a ello, por lo que es necesario priorizar.
- Objeto de estudio: deberás definir cuáles son los puestos de trabajo que te interesan, pensando en las funciones concretas que desempeñarías en el futuro.
- Acción a realizar: también es importante definir qué objetivo te gustaría cumplir dentro de ese puesto de trabajo. Investigar, vender, entretener, diseñar, entender, producir, gestionar…
- Habla con el orientador de tu centro de estudios: algunos centros cuentan con un orientador que ayuda a los estudiantes resolver sus dudas respecto a su futuro profesional. Son figuras importantes para ayudar en el proceso de toma de decisiones, al mismo tiempo que pueden facilitar los tests que consideren oportunos para despejar incógnitas. Sobre todo se enfoca a que el alumno tome la decisión en base a sus gustos e intereses y no en función de las salidas que pueda tener una determinada carrera. Así pues, se anima a los estudiantes a decantarse por la opción que realmente les motive y no por aquella que consideren más adecuada al mercado laboral del momento.
- Informarse: cuando tengas claro cuáles son las carreras que mejor se adaptan a tus gustos, investiga sobre las asignaturas que se imparten y si son lo que realmente esperas y si se ajustan a tus perspectivas laborales (posibilidades de empleo y remuneración media). Esto te permitirá hacer una relación entre tus puntos fuertes y las materias del programa. Además podrás identificar con qué competencias y habilidades saldrás mejor preparado al mercado laboral.
- Averigua cuál es la situación del mercado laboral actual: aunque no debes guiarte solamente por este punto, si estás dudando entre dos carreras muy parecidas, sería interesante valorar cómo ha evolucionado la demanda de profesionales en el mercado laboral en los últimos años. E incidimos en que no es el único factor a tener en cuenta porque el mercado es cambiante. Si hace unos años ser arquitecto era prácticamente salir con trabajo garantizado, en la actualidad la escasez de proyectos de construcción hace que sea mucho más complicado ganarse la vida de esta forma.
- Elige una buena universidad: al salir de la universidad, cuando vayas a enviar tu curriculum a las empresas en las que quieres trabajar, es muy importante que el título haya sido obtenido en una universidad donde los programas hayan sido aprobados por el Ministerio de Educación. Pero además elegir una universidad de prestigio puede ayudarte a allanar el camino para conseguir tu primer empleo.
Los cambios en las necesidades laborales generan oportunidades para profesionales polivalentes
Por último, debes tener en cuenta que la vida profesional moderna ha evolucionado desde la especialización hacia un equilibrio entre especialización y polivalencia. Con lo cual, el enfásis ya no está tanto en encontrar el punto exacto de la diana como en no fallar demasiado en el tiro. Y es que hoy en día es extraño terminar nuestra vida profesional haciendo lo mismo que cuando empezamos como ocurría por ejemplo en la época de nuestros padres o abuelos. Y ten por seguro que cada vez lo será menos, ya que además tener un mercado laboral cada vez más cambiante, las necesidades nuevas se suceden cada vez con mayor rapidez y surgen nuevos puestos de trabajo que requieren no tanto de profesionales especializados como de perfiles con aptitudes para desempeñar las tareas necesarias. Con lo cual, vamos hacia un mercado laboral cada vez más difuminado es el que es más importante saber hacer las cosas que tener un título que lo certifique. Aunque es evidente que depende mucho también del sector laboral en el que nos movamos.