Málaga cuenta actualmente con una de las tasas de paro más bajas de toda Andalucía, solamente por detrás de Almería. Y es que, aunque todavía ronda el 25%, el porcentaje es tres puntos inferior a la tasa de paro registrada en toda la comunidad (28%). Y, pese a que Málaga es la provincia que más empleo crea de toda España, el índice de desempleo todavía se encuentra seis puntos por encima... de la media nacional (18,6%). Esto quiere decir que el mercado laboral está creciendo debido a la necesidad de profesionales, pero este crecimiento no resulta suficiente como para absorber a la totalidad o, al menos, a una gran parte de la población activa de la provincia. Y, en muchos casos, se trata de puestos con contratos muy precarios y donde predominan las modalidades de empleo por horas.
Esta situación tiene mucho que ver con el peso que el sector servicios tiene en la región, especialmente el sector del turismo. Más del 80% de la población activa de la provincia de Málaga trabaja en puestos del sector turismo, nueve puntos por encima de la media nacional. Un sector ha ido en aumento desde los inicios de la crisis, cuando el sector inmobiliario se derrumbó, y que se ha visto propiciado ante la ausencia de un buen tejido industrial. El sector servicios, que incluye todos los trabajos relacionados con el comercio, el transporte, el turismo y los servicios a las empresas da trabajo a 450.000 personas. Un sector que supone una facturación 25.000 millones de euros al año para la economía malagueña.
En la actualidad la industria de la construcción se encuentra en vías de recuperación pero el crecimiento sigue siendo insuficiente. Antes de la crisis, el 20% de los malagueños se dedicaban a la construcción y hoy solamente lo hace el 12%. Por su parte, la industria y la agricultura, únicamente representan el 6% y el 2% respectivamente del PIB de la región. Con una elevada presencia de los contratos temporales.
En contraposición, cabe destacar que en los últimos años, Málaga ha alcanzado récords históricos de visitantes extranjeros, lo que ha incrementado la necesidad de profesionales en este sector. No obstante se trata de un sector es muy proclive a la temporalidad. Esto significa que, al acercarse los meses de mayor afluencia de turistas, las tasa de paro desciende, pero que, al llegar de nuevo la temporada baja, el paro vuelve a aumentar. Con lo cual, aunque el turismo de la Costa del Sol es el principal motor económico de la región, todavía es muy sensible a los vaivenes del mercado.
Eso sí, aquellos profesionales que cuentan con un buen nivel de formación consiguen trabajos más estables y mejor remunerados que las personas que no se encuentran especializadas en el sector. Buena parte de la impresión que se lleva el turista tiene que ver con el trato que recibe por parte de los profesionales encargados de atenderle, lo que sumado a la presencia de visitantes cada vez más exigentes, ha hecho que los empresarios malagueños cada vez tengan más en cuenta la formación a la hora de contratar a sus trabajadores. De esta forma, los estudios de Turismo y Hostelería en Málaga se han convertido prácticamente en sinónimo de trabajo. Una titulación que apenas conoce el paro en esta provincia. Leer más
Esta situación tiene mucho que ver con el peso que el sector servicios tiene en la región, especialmente el sector del turismo. Más del 80% de la población activa de la provincia de Málaga trabaja en puestos del sector turismo, nueve puntos por encima de la media nacional. Un sector ha ido en aumento desde los inicios de la crisis, cuando el sector inmobiliario se derrumbó, y que se ha visto propiciado ante la ausencia de un buen tejido industrial. El sector servicios, que incluye todos los trabajos relacionados con el comercio, el transporte, el turismo y los servicios a las empresas da trabajo a 450.000 personas. Un sector que supone una facturación 25.000 millones de euros al año para la economía malagueña.
En la actualidad la industria de la construcción se encuentra en vías de recuperación pero el crecimiento sigue siendo insuficiente. Antes de la crisis, el 20% de los malagueños se dedicaban a la construcción y hoy solamente lo hace el 12%. Por su parte, la industria y la agricultura, únicamente representan el 6% y el 2% respectivamente del PIB de la región. Con una elevada presencia de los contratos temporales.
En contraposición, cabe destacar que en los últimos años, Málaga ha alcanzado récords históricos de visitantes extranjeros, lo que ha incrementado la necesidad de profesionales en este sector. No obstante se trata de un sector es muy proclive a la temporalidad. Esto significa que, al acercarse los meses de mayor afluencia de turistas, las tasa de paro desciende, pero que, al llegar de nuevo la temporada baja, el paro vuelve a aumentar. Con lo cual, aunque el turismo de la Costa del Sol es el principal motor económico de la región, todavía es muy sensible a los vaivenes del mercado.
Eso sí, aquellos profesionales que cuentan con un buen nivel de formación consiguen trabajos más estables y mejor remunerados que las personas que no se encuentran especializadas en el sector. Buena parte de la impresión que se lleva el turista tiene que ver con el trato que recibe por parte de los profesionales encargados de atenderle, lo que sumado a la presencia de visitantes cada vez más exigentes, ha hecho que los empresarios malagueños cada vez tengan más en cuenta la formación a la hora de contratar a sus trabajadores. De esta forma, los estudios de Turismo y Hostelería en Málaga se han convertido prácticamente en sinónimo de trabajo. Una titulación que apenas conoce el paro en esta provincia. Leer más
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