Cerca de 400.000 alumnos se presentarán durante junio del 2017 a los exámenes que permiten conseguir plaza en la universidad. El Ministerio de Educación y las Comunidades Autónomas ya preparan los contenidos que ponen a prueba la educación obligatoria y el Bachillerato.
Los exámenes del próximo año sirven de observatorio y experiencia piloto, ya que los definitivos comenzarán, de no mediar cambios, a aplicarse en el 2018. Si eres uno de los estudiantes que pondrá a prueba su nivel escolar, debes saber que, hay puntos muy concretos que se han modificado.
40% será oral
El cambio más significativo que presenta la nueva selectividad es la modalidad en la que será evaluada la lengua extranjera. Los estudiantes pueden optar por 5 idiomas diferentes al español, inglés, alemán, italiano, francés o portugués. En cualquiera que se elija deberá demostrarse una alta comprensión del mismo, por ello el 40 % de la evaluación será oral. Para llevar a cabo este procedimiento, que se había planificado para hace ya algunos años, se han debido contratar nuevos profesores y demás personal. El resto del examen será escrito, como en años anteriores, ponderándose la comprensión del texto y la fluidez gramatical.
La otra asignatura que ha generado polémica es Filosofía. Sin importar que carrera se pretenda estudiar, todos los alumnos deberán demostrar que tienen conocimientos de la ciencia más antigua. Muchos han mostrado su descontento por la incorporación de esta materia en las pruebas de selectividad, sin embargo, quien domina el campo de la filosofía, no solo tiene herramientas culturales, sino que demuestra un amplio dominio de la razón y el intelecto, aspecto fundamental para todas las demás asignaturas, especialmente las sociales.
El problema que plantean quienes están detrás de estos exámenes es el de la escasa preparación que se les brinda a los estudiantes españoles de ella. Lejos de parecerse al calendario lectivo de asignaturas como Matemáticas o Lengua y Literatura, para Filosofía solo se destina un año, 1º de Bachillerato. Padres y alumnos se han mostrado preocupados, muchos colegios también han alzado la voz y otros han optado por impartir en los centros clases extra de Filosofía para refrescar los conocimientos de los alumnos de segundo de Bachillerato.
El ahora llamado examen de evaluación externa, conocido hasta el año pasado como selectividad, también implementa una modificación respecto a la modalidad. Si bien, el actual Ministro de Educación había estipulado que las pruebas fueran tipo test en su totalidad, las quejas hicieron mella y se acabó por dejar la mitad del examen con este formato. Solo el 50 % del contenido académico podrá ser evaluado mediante la técnica de “Multiple Choice”, un formato que no termina de convencer a los docentes por su nula posibilidad de desarrollo.
Quienes están en contra de que los exámenes de selectividad o ingreso a la universidad sean la variable de optar por una respuesta entre varias, alegan que de esta manera no se puede observar el nivel de comprensión adquirido por el alumno. Sin contar que, en muy baja medida, el factor suerte puede jugar a favor. Las pruebas tipo test, aunque de apariencia sencilla, suelen presentar respuestas con diferencias tan sutiles que hacen dudar hasta al más entendido. No obstante, son exámenes muy fáciles de corregir, optimizando el tiempo y el personal empleado para ello. Lo que aún se desconoce es la cantidad de respuestas que se incluirán para elegir ante cada pregunta. Probablemente sean 4, como sostenía originalmente el Ministerio. Otro aspecto importante que falta saberse es qué ocurre si la respuesta es incorrecta. Muchos exámenes universitarios descuentan puntos por cada consigna errada, lo que hace suponer que en estos exámenes ocurra lo mismo.
¿Quién hace los exámenes de la nueva Selectividad 2017?
Las funciones en esta prueba piloto para poder ingresar a la universidad están divididas por funciones. El Ministerio de Educación diseña el formato y el contenido, mientras que cada Comunidad Autónoma se encarga de realizar las preguntas de la prueba.
Cada autonomía decide, también, el tiempo que los alumnos pueden destinar a elaborar las pruebas. Puede ser, desde 15 minutos, algo muy pocas veces empleado hasta 90. Lo mismo ocurre con la cantidad de preguntas que pueden formularse. Según lo establecido por el Ministerio de Educación Español, cada prueba de selectividad puede contar con 2 interrogaciones como mínimo y 15 como máximo.
Todas las pruebas de acceso a la universidad coincidirán en que el alumno sea evaluado en cuatro materias troncales que son Filosofía, Lengua Extranjera, Historia de España y Lengua y Literatura. A estas se suman una materia troncal de la especialidad de cada Bachillerato, dos optativas y una última que será específica, pero que no podrá incluir ni Educación en Valores ni Educación Física.
Cuándo comienzan los exámenes de la nueva selectividad 2017
Como cada año, el fin del ciclo lectivo trae aparejado semanas de estudio, pruebas y calificaciones. El que viene no cambiará mucho. Las pruebas de acceso a la universidad se rendirán durante la segunda quincena de junio de 2017. De no producirse modificaciones, esa será la fecha de referencia para el primer llamado a examen. La segunda oportunidad será en septiembre del mismo año, en esta convocatoria pueden presentarse quienes hayan desaprobado los exámenes de junio o aquellos estudiantes que buscan una calificación más alta para poder acceder a la carrera que quieren seguir cursando.
La nota final y los cambios del 2018
Cómo se puntuará es algo que ha generado tantas dudas como especulaciones. Las reuniones que ya han comenzado a mantener, las Comunidades con responsables del Ministerio, terminará por definir este aspecto que no aparece detallado en el BOE. No obstante, se cree que la metodología será la misma que en años anteriores. Cada respuesta podrá ser calificada del 1 al 10. El 60 % de la nota final será la obtenida durante los 2 años de Bachillerato y el 40 % del resultado del examen de selectividad.
Los estudiantes que quieran subir la nota, pueden optar por presentarse a mas asignaturas (de 1º de Bachillerato) y de esta manera llevar la nota final hasta 14.
En Lengua y Literatura Castellana se pretenderá, al igual que en años anteriores, que el examinados sea capaz de redactar textos coherentes, dotados de contenido y significado. Claro que también se busca conocer el nivel teórico adquirido y la capacidad para comprender y analizar textos.
En todo caso, lo más importante de todo este proceso es afrontarlo con ilusión, tranquilidad y, claro, horas de estudio. Quizá pueda interesarte nuestro reportaje "Qué comer para estudiar mejor"
En este reportaje hablábamos sobre la nueva selectividad según los datos que teníamos en Junio del 2016
