La oposición a la seguridad social tiene convocatorias que son ideales para aquellos que quieran convertirse en funcionarios y disfrutar de un trabajo estable y con un buen sueldo para toda la vida. Y además con muy buenas posibilidades de seguir creciendo, ya que periódicamente se realizan convocatorias de promoción interna. Para conseguirlo, solamente tienes que prepararte el examen, que consta de ciertos contenidos comunes para todas las especialidades y de algunos específicos para cada disciplina concreta.
La cuestión es que son muchas las especialidades a las que pueden optarse dentro de las oposiciones a la Seguridad Social. Y es que podemos encontrar desde aquellas relacionadas con el sector médico, donde se engloban los puestos de técnicos, auxiliares, celadores y enfermería, a otros relacionados con arquitectura, tareas administrativas, informática, etc.
Entonces, ¿cómo elegir el tipo de oposición?
En primer lugar, lo que debe tenerse en cuenta es si cumplimos con los requisitos necesarios para presentarnos a todas, ya que de esta forma podremos elegir en función de nuestras preferencias y no de lo que se nos exija a nivel académico. De lo contrario, tendremos que ir descartando tipos de oposiciones y elegir entre el abanico al que podamos presentarnos porque cumplimos con los requisitos. Como decíamos al comienzo hay una serie de requisitos generales que se exigen para cualquier convocatoria de oposiciones a la Seguridad Social, mientras que hay otros específicos que se piden en función de la especialidad.
Entre los requisitos generales, lo primero que se pide es ser mayor de edad, aunque hay algunas a las que podemos presentarnos con 16 años y si las superamos, necesitaremos el permiso paterno para trabajar. Pero no solamente hay una edad mínima, sino también una edad máxima y es la edad mínima de jubilación forzosa, aunque esto puede variar en función del tipo de convocatoria. También se exige un informe de salud para certificar que no contamos con ningún problema físico o mental que nos impida desarrollar las funciones requeridas para el puesto al que aspiramos. Por último, debes tener en cuenta que si has sido inhabilitado o sancionado para poder ejercer cualquier cargo dentro de la Administración Pública, no podrás presentarte a las oposiciones a la Seguridad Social.
Entre los requisitos específicos, pueden exigirse títulos académicos. Existen algunas convocatorias de puestos para las que solamente se exige tener el graduado de la ESO o la titulación equivalente, por lo que no se requiere de ningún tipo de formación concreta. Sin embargo, para aquellas en las que la actividad se desarrolla dentro del ámbito médico, puede que se nos pida tener una titulación de enfermería, auxiliar o similar. Con lo cual, si quieres presentarte a este tipo de oposiciones, lo primero que debes hacer es sacarte la formación necesaria para ello. Algunos de ellos son carreras universitarias que llevan más años, pero otros son ciclos de FP o cursos de menos tiempo, por lo que no tardarás mucho en obtenerlos.
Además, debes tener en cuenta que, cuanto mayor sea el nivel de estudios, mayor será el salario. No obstante, siempre puedes presentarte a unas oposiciones de nivel más bajo e ir escalando puesto con los años a través de los procesos de promoción interna.
Consejos para elegir el tipo de oposiciones a la Seguridad Social
Obviamente, además de elegir en función de si cumplimos o no los requisitos, hay otros factores personales que deberemos tener en cuenta a la hora de tomar la decisión. Por eso, a continuación te damos algunos consejos para que puedas valorar todos los pros y contras y elegir la que mejor consideres que se ajuste a ti y a lo que deseas conseguir.
• Analiza tu perfil: unas oposiciones a la Seguridad Social no son un simple examen, sino más bien un proceso largo y que requiere de mucho esfuerzo, y que al final, cuando logres tu objetivo, te dará acceso a la carrera profesional que desempeñarás toda tu vida. Por esta razón, es muy importante que antes de elegir una u otra oposición a la seguridad social, tengas en cuenta tu preparación académica y evites elegir una que sea inferior a tu categoría solamente porque el examen te parece más fácil. Puede que lo sea, pero ten en cuenta también que en aquellas oposiciones en las que se exigen menos requisitos, también encontrarás más competencia.
• Motivación: encuentra unas oposiciones a la Seguridad Social que realmente encajen con tus gustos. Piensa que, si todo sale bien, te dedicarás a ello hasta que te jubiles. Olvídate de las salidas profesionales, de que haya muchas plazas o de que algún conocido te las haya recomendado. Elige pensando qué es lo que quieres hacer el resto de tu vida. De lo contrario, acabarás siendo uno de esos funcionarios frustrados que realizan su trabajo cada día con desgana.
• Infórmate sobre el tipo de oposición: aunque es importante estar motivado para preparar las oposiciones y que te guste lo que harás una vez conseguida la plaza, también es importante que seas realista. Seguro que no quieres pasarte media vida presentándote a unas oposiciones en las que salen muy pocas plazas y la competencia es altísima. Si el ratio de plazas por aspirante es muy bajo, puede que no merezca la pena el esfuerzo. Además, es importante que valores el destino que puede tocarte y el salario que vas a cobrar al sacarte la oposición a la seguridad social, para ver si se ajusta a lo que estás buscando.
• Cuidado con las convocatorias masivas: en los últimos años estamos asistiendo a convocatorias con muchas plazas para cubrir todas las vacantes que han ido quedando libres y que no se han repuesto durante los años de crisis. Es cierto que pueden resultar muy atractivas, pero también lo es que cuando hay muchas plazas, también se presenta mucha gente. Con lo cual, las posibilidades de obtener una plaza seguramente no sean tan altas como parece.