Ya se vivió en la Inglaterra del siglo XIX y está volviendo a pasar: miedo a la tecnología. La Primera Revolución Industrial llevó a los trabajadores preocupados a quemar máquinas, a convocar huelgas y participar en las protestas más grandes vistas hasta entonces. Si echamos la vista atrás, nos parece increíble a que alguien se opusiera a que los empleos más peligrosos en las industrias los hicieran máquinas en lugar de personas. Trabajos en altos hornos, con materiales peligroso que dejaban trabajadores heridos o con enfermedades crónicas. Incluso muchos de esos trabajos estaban realizados por menores de edad. Una realidad que ahora miramos con horror. Pero, ¿y si volvemos a sentir lo mismo?
Atentos: Se crearán nuevos empleos
La robótica está haciendo que muchos empleos repetitivos o mecánicos vayan poco a poco a pasar a manos de máquinas en lugar de personas. Un ejemplo muy sencillo son las centralitas telefónicas, por ejemplo. En su momento -en los años 50- supuso un aumento de la eficacia y rapidez pero también una disminución de los puestos de trabajo. Y precisamente ese es el punto que más cuesta abordar cuando hablamos de la Cuarta Revolución Industrial. Según el Foro de Davos, se perderán siete millones de empleos en los próximos cinco años por la mecanización. Pero muchos olvidan que otros tantos nuevos se crearán.
Según los analistas, los primeros puestos que desaparecerán serán los que no aporten valor añadido, los más repetitivos y los que el factor humano no sea imprescindible. Por eso, la industria y el sector primario serán, de nuevo los más afectados. Pero las oficinas no se librarán de esto. En el informe 'Tomorrow's Digitally Enabled Workforce' explican que de aquí a 2035 los desarrollos de la Inteligencia Artificial podría hacer por nosotros el 73% de los trabajos que actualmente conocemos. Incluidos los trabajos de archivar, tratar datos, facturación, supervisión, etc. Se trata de un cambio que dejará a las últimas crisis financieras en nada.
Creatividad y el toque humano
¿Y qué quedará? Igual que las nuevas tecnologías como la IA reducirán nuestros quehaceres, otras tecnologías necesitarán de nuestra creatividad, intelecto y saber hacer como humanos. Estos son solo algunos ejemplos:
-Interpretes de datos. No ha terminado de llegar el ‘big data’ y ya ha conseguido generar miles de puesto de trabajo. En el futuro la capacidad de leer e interpretar datos más allá de los números cotizará en alza, existe una gran demanda de personas con formación en Big data. El ‘Big data’ será pieza clave en el sector financiero, marketing, comunicación, salud, investigaciones y otras tantas industrias. Un robot, ni siquiera con todos los datos, puede saber qué tendencias de ropa nos van a gustar la próxima temporada, ni cuáles le mejor libro para leer, ni siquiera sabrá interpretar el tiempo. Ahí es donde el papel de las mujeres y de los hombres toma la delantera. Este curso de Big Data te ayudará a no perder este tren.
-Analistas. Se va a acabar esa escena donde un montón de eruditos le entregan un informe completo sobre los escenarios de futuro de un negocio al director de la empresa. La actual imagen del analista pasa por ser alguien secundario en la toma de decisiones, pero eso cambiará en el futuro. Se necesitará personal con capacidad de abstraer los datos sacados, que lo abstraiga y sepa adaptarlo a su sector. Por eso no sorprende que el World Economic Forum prevea que en 2020 las habilidades más demandadas por las empresas para sus trabajadores sean la capacidad de resolver problemas complejos, el pensamiento crítico y la creatividad.
-Conductores. Sí, como has leído. Puede que se hable mucho de los coches autoconducidos y de los sistemas de conducción automática, pero uno de los puestos que necesitará de ese toque humano será la de operadores de conducción. Drones, barcos, aviones, avionetas, helicópteros...e incluso coches y trenes. No es que vaya como ahora un conductor físicamente en el vehículo, si no que estará desde su posición indicando y controlando la ruta. Curiosamente, este puesto tendrá una formación muy similar a la de los pilotos actuales, aunque con cambios. Defensa copará el sector de los drones, pero también serán muy necesarios en agricultura, comercio, seguridad, transporte, fotografía, etc.
-Salud. ¿Quién podría sustituir el criterio de una doctora o la atención que se recibe de una persona con formación en enfermería? Nada ni nadie. Como la medicina no es una ciencia exacta y tiene mucho de social, nunca podría la IA sustituir estos trabajos. Lo que sí harán las nuevas tecnologías será potencial estos perfiles, cambiar la forma de trabajar actual y mejorar el acceso a estos profesionales. ¿Cómo? De nuevo, la respuesta en el ‘Big Data’. Este compendio de información facilitará la investigación de enfermedades crónicas y facilitará que el ala de la medicina preventiva se fomente. La ‘tecnología predictiva’ hará que olvidemos que antes de experimentaba con animales y los analistas de los que antes hablábamos evitarán muchas situaciones poco saludables para todos.
-Ciberseguridad. Piensa mal y acertarás dice el dicho y en este caso acierta. Nada como una mente humana para delatar a otra mente humana. La seguridad y la privacidad serán uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos en el desarrollo de tecnologías como el ‘Internet de las cosas’. Se trata de los objetos cotidianos conectados a la Red. Desde la casa que abre el toldo cuando detecta el sol, al espejo que por la mañana te dice qué tiempo va a hacer y las últimas noticias. Una casa inteligente, pero también un ‘smartwatch’ o un impermeable que detecta el cambio de temperatura. Todo lo que nos rodea conectado a Internet subiendo datos sobre nosotros sin parar. ¿La pesadilla de un analista de seguridad? Puede, pero también el futuro.
la formación es indispensable
En resumen, se trata de una nueva época. Aunque todo nos suena, la poca memoria que tenemos hace que no nos demos cuenta de que esto ya ha pasado. Así que calma y a ponerse a ello. Según el World Economic Forum, cualquier empresa que quiera que la Cuarta Revolución no le pille despistado, debe empezar por invertir en la formación de sus empleados, apoyar la movilidad laboral, centrarse en el talento femenino, colaborar con otras empresas del sector y con otros sectores. ¿Qué os parece?