De preparar la mochila para pasar un rato en la playa, a hacerlo para volver a las aulas. Por este cambio, que no es pequeño, pasan en estas semanas cientos de miles de estudiantes a lo largo del país, y de todos los niveles educativos. Para adaptarse a esta transición y sacarle todo el jugo al inicio de un nuevo curso, al menos tres aspectos serán clave:
- Sacudirse el síndrome postvacacional.
- Estrenar periodo analizando cómo potenciar habilidades para competir en el mercado laboral, como los idiomas o las soft skills.
- No perder de vista las áreas que se están posicionando como las más dinámicas para el empleo.
Adiós al síndrome postvacacional
Tal vez no lo sientas, o lo padezcas y lo achaques a otras causas, pero parece haber consenso entre los expertos. El síndrome postvacacional existe y afecta a trabajadores y a jóvenes que, casi en un suspiro, deben armarse para volver a un día a día que se suele identificar con rutina.
¿Estás de mal humor?
¿Te está constando adaptarte a la reincorporación laboral o a la vuelta a clase?, ¿estás malhumorado, te cuesta dormir, en ocasiones te falta la energía o sientes dificultades para mantener la concentración? Entonces tienes bastantes papeletas para estar acusando el síndrome del final de las vacaciones. A descansos más largos, más posibilidades de estar sintiendo los achaques de esta etapa que, se calcula, afecta a un tercio de los trabajadores y tiene también su impacto entre los estudiantes. Del mismo modo que un empleado siente la vuelta al trabajo como un retorno a la rutina difícil de sobrellevar, el regreso al aula puede producir el mismo efecto. Darte tiempo y mantener una actitud positiva serán aliados importantes para dejar atrás este síndrome.
Puede durar horas o incluso semanas, por lo que para arrancar el curso con buen pie será determinante superar esta sensación de apatía. Comenzar poco a poco, sin agitaciones ni grandes atracones de estudio o trabajo, ayudará a un reajuste más rápido. Este será también más sencillo para quienes se enfoquen en lo que más les motiva en sus estudios y aficiones.
Objetivos para el curso: idiomas y soft skills siguen al alza
Además de tener presente esa asignatura o esa especialidad que te apasiona y cuyo estudio sientes, no como una obligación, sino como un placer; una buena idea para el arranque de curso es programar tus objetivos para la nueva temporada académica. ¿Creación de páginas web, seguridad informática, diseño o cursos de música? Si te interesa cualquiera de estos campos, este puede ser el momento para empezar a formarte en ellos. Todos los indicadores constatan que a más formación, más oportunidades existen para acceder al mercado laboral, por lo que ampliar tus conocimientos o reforzar los que ya tienes será una garantía para tu futuro.
Los idiomas siguen tomando impulso, por lo que si todavía tienes pendiente el inglés, el inicio de curso académico te puede dar la excusa perfecta para apuntarse a un curso de inglés o de un segundo idioma, como el francés, el alemán o el chino. Cualquier mejora en este terreno será un punto a favor para tu acceso al mercado laboral y para multiplicar tus opciones de empleo sin que las fronteras supongan un freno.
Otro aspecto que cobra peso un curso más son las soft skills. Los expertos y las propias Administraciones llevan tiempo aludiendo a ellas y, en esa línea, siguen ganando terreno para delimitar cada vez más qué candidato se queda con un puesto y a cuál se deja fuera.
Habilidades de comunicación, perfil comercial, capacidad para la toma de decisiones, creatividad, facilidad para la adaptación a un entorno cambiante y flexibilidad son algunas de estas habilidades blandas que quienes ofertan un empleo buscan cada vez más. Por ello, si todavía no te has puesto a analizar tus fortalezas en este ámbito, el nuevo curso ofrece una oportunidad para hacerlo y para planificar cómo mejorar en las habilidades en las que tengas más carencias.
Especialidades con más perspectivas de empleo
Si el síndrome postvacacional sí va contigo y te encuentras entre aquellos a los que más les cuesta remontar el verano, no eres el único. Le ocurre incluso al propio mercado laboral que, acabada la temporada estival, se resiente. Prueba de ello, el dato de desempleo de agosto, el peor en casi una década.
Pese a los casi 180.000 empleos destruidos, especialmente en educación, industria manufacturera y el sector de la construcción, este agosto se cerró con más de 600.000 ocupados más que en el mismo mes del año anterior. Además, pese al verano, el empleo creció en sanidad, hostelería y logística.
Además de a estos sectores, habrá otros a los que prestar atención durante este curso académico en el que, de nuevo, se cumple la máxima de ‘a más formación, más facilidad para encontrar trabajo’. Como prueba, un dato. La tasa de desempleo entre titulares superiores se sitúa más de cinco puntos por debajo de la de quienes dejaron atrás las aulas en la enseñanza secundaria obligatoria.
Pero, ¿qué especialidades ofrecerán salidas? Pues varios clásicos. Todas las opciones de formación superior que tengan que ver con las TIC siguen siendo una garantía de futuro. No en vano, los titulados de ingeniería informática figuran entre los menos afectados por el desempleo. Además, en el sector sigue creciendo la inquietud ante las dificultades para encontrar a profesionales preparados para trabajar en áreas como Robótica y Automatización, Telecomunicaciones o Big Data, por lo que emplearse a fondo para formarse en ellas puede convertirse en una oportunidad para quienes no le teman a las matemáticas, la estadística o la física.
Pero las posibilidades de empleo no se agotarán en la tecnología. Las ocupaciones relacionadas con la administración y la dirección de empresas, con comercio y marketing, así como con la rama sanitaria y con todo lo que tenga que ver con salud y bienestar, como por ejemplo el deporte, siguen al alza y ofrecerán muy buenas opciones para quienes se inclinen por la formación en estos campos, ya sea a través de estudios oficiales o con formación continua.
Con esta información en mente, el arranque del curso académico se hará algo menos cuesta arriba, además de ayudarte a ponerte en mejor posición para acceder al mercado de trabajo. Para ello, es importante insistir en el peso de la formación. Lo reafirman las propias ofertas de empleo, con más de 4 de cada 10 orientadas a titulados universitarios. A su vez, más del 30% buscan candidatos con estudios de Formación Profesional.
Por ello, te decantes por un Grado o por FP y por la especialidad que más te motive, ampliar al máximo tus conocimientos específicos y tus habilidades transversales será un plan ganador. Eso sí, marcarse unos objetivos de formación claros y posibles de cumplir será una de las claves del éxito, junto con la reserva de cierto tiempo para actividades de ocio que te sirvan de aliento en el día a día, más en el arranque del curso académico.