Si nunca has oído hablar de la certificación oficial de competencias puedes estar perdiendo un tren que no pasa muchas veces: el de conseguir que tu currículum sobresalga entre el del resto de candidatos a un empleo y el de poder presentarte a una oferta de trabajo en cualquier parte del mundo, con la garantía de que el reclutador te tendrá en cuenta.
Se estima que hasta 9 de cada 10 responsables de recursos humanos incluye las certificaciones oficiales entre sus criterios de selección de personal, lo que ofrece una de las claves del peso que tiene contar con estas credenciales para mantenerse competitivo en el mercado laboral. Por ello, te explicamos a continuación qué es una certificación oficial, qué aporta, cuáles son las áreas en las que está más extendida y qué alternativas existen para hacerte con este tipo de titulación.
¿Qué es la certificación oficial de competencias?
Con la certificación oficial se obtiene un título reconocido a nivel internacional que permite demostrar el nivel de competencias de un candidato según un baremo preestablecido. Existen credenciales para múltiples campos y, por lo general, permiten acreditar distintos niveles de dominio, desde el más básico hasta el profesional.
¿Qué ventajas tiene certificarse de forma oficial?
Más del 90% de los encargados de selección de personal incluye las certificaciones oficiales entre los aspectos a valorar para la contratación, mientras que ocho de cada diez verifican si un candidato a un puesto de trabajo cuenta o no con ellas. Por ello, el principal valor que aportarán estas credenciales será el de mantenerse en condiciones de competir en el mercado laboral. Además, en determinados puestos de trabajo, la certificación es mucho más que una ventaja competitiva, para convertirse en requisito indispensable; como ocurre con aquellos empleos en los que es necesario un determinado nivel de idioma o de un lenguaje de programación. Por otra parte, es frecuente en otros países que un empleado certificado esté mejor retribuido, además de contar con más opciones de promoción y una mayor estabilidad en el empleo. Otra ventaja de la certificación oficial es que abre muchísimas opciones para la movilidad laboral en el ámbito internacional, puesto que la mayoría de estos títulos son válidos en todo el mundo.
[¿Cuáles son las áreas en las que la certificación oficial es más común?
Los idiomas y las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) son los dos ámbitos en los que las certificaciones oficiales están más extendidas. De hecho, ¿cuántas veces no has podido presentar una candidatura porque te exigían acreditar cierto nivel de conocimientos de un idioma, por ejemplo con el First Certificate? Tanto si te has visto en esta situación como si no, es importante que sepas que no solo será cada vez más frecuente en lengua extranjera, sino que se prevé que las certificaciones operen como filtro en muchos ámbitos profesionales, en los que será necesario demostrar que se cuenta con ciertas habilidades.
¿Qué credenciales son las más habituales?
Si la prioridad es acreditar las competencias en un idioma, en especial el inglés, no olvides estudiar inglés los días previos a la prueba ya que así refrescarás tus conocimientos. Los certificados más extendidos son:
•Cambridge English: Los exámenes de Cambridge son los más comunes para la acreditación oficial del nivel de inglés en España. Sus resultados son aceptados por entidades de prácticamente todo el mundo y, a diferencia de las otras propuestas, destacan por ofrecer distintas pruebas para cada nivel, desde el KET y el PET (Cambridge English Key y Cambridge English Preliminary), que son los más básicos, hasta el CPE o proficiency, que acredita el dominio del idioma.
•IELTS: Este certificado es uno de los más extendidos para demostrar el nivel de inglés a nivel académico y profesional. Impulsado por el British Council, la universidad de Cambridge y la australiana IDP Education, el IELTS consta de una única prueba para todos los niveles, en la que lo que determinará el grado de conocimiento será la puntuación que se obtenga en las cuatro competencias básicas del idioma.
•TOEFL: Promovido por el Educational Testing Service (ETS), el TOEFL es una de las opciones más habituales para acreditar el nivel de inglés, especialmente para quienes quieren trabajar y estudiar en Estados Unidos, donde las universidades suelen incluir entre los requisitos de acceso a masters y cursos para estudiantes extranjeros una nota mínima en el TOEFL. Como los anteriores, este certificado puntúa las competencias en lectura, escritura, comprensión y conversación.
Si, en vez del inglés, se quiere certificar oficialmente el conocimiento de otros idiomas existen alternativas para cada uno de ellos, como la certificación DELF (Diploma Avanzado de Lengua Francesa) o el TestDaf, en el caso del alemán. Respecto a las certificaciones TIC, la oferta es tan variada que será el perfil del candidato el que determine la más adecuada, puesto que las exigencias en este ámbito no son las mismas para un trabajador de cualquier ramo que para un profesional de la informática.
•Certificaciones TIC Las previsiones apuntan a que para 9 de cada 10 empleos del futuro serán imprescindibles las habilidades digitales. Por ello, sea cuál sea tu sector de actividad, ser capaz de manejarte con soltura con las herramientas ofimáticas, el correo electrónico y los distintos buscadores es una necesidad que se puede acreditar con distintos tipos de certificación.
•MOS (Microsoft Office Specialist). Credencial otorgada por Microsoft que acredita un manejo superior a la media de las distintas herramientas de la suite ofimática. Hay exámenes disponibles para Word, Excel, PowerPoint, etc.
•IC3 o Internet Core Computer Certification. Con esta prueba se demuestra un nivel de alfabetización digital mínimo que garantizará el manejo de aplicaciones informáticas clave e Internet, y el conocimiento de los fundamentos de la informática.
•Certificaciones de Adobe. Manejar con destreza distintas herramientas de diseño como el Photoshop, se está convirtiendo en una competencia transversal que atañe a prácticamente cualquier trabajador. Por ello, una opción para acreditar el conocimiento de estas herramientas la ofrece Adobe a través de sus certificaciones ACA (Adobe Certified Associate) y ACE (Adobe Certified Expert). Entre las más comunes figuran las de Adobe inDesign, Adobe Photoshop o Adobe Premier.
Al margen de las anteriores, quienes quieran desarrollar su carrera profesional en el ámbito de la tecnología tendrán necesariamente que demostrar sus competencias con certificaciones oficiales a nivel profesional. La oferta para estos perfiles es muy amplia y la certificación que se escoja dependerá de la rama de especialidad del profesional TIC. Entre las opciones que existen figuran certificaciones TIC en seguridad informática, lenguajes de programación, desarrollo de aplicaciones, redes informáticas, virtualización y cloud computing o bases de datos de Oracle o SQL Server, por ejemplo. De hecho, empresas como Microsoft, Cisco, VMware u Oracle ofrecen certificaciones en las tecnologías que desarrollan por lo que los profesionales suelen optar por esta vía para acreditar sus competencias.
Certificaciones en el mercado laboral que viene
Aunque la certificación oficial no tiene todavía en España el nivel de penetración con el que cuenta en otros países, como Estados Unidos, donde la obtención de estos títulos se promueve desde la propia escuela, apostar por estos diplomas será cada vez más necesario para cualquier estudiante o profesional. La razón no es solo que funcionen como elemento diferenciador, sino que el mercado laboral valora cada vez más que los candidatos puedan demostrar que poseen ciertos conocimientos y, más importante, que son capaces de ponerlos en práctica. Por ello, enumerar en un currículum las competencias va a dejar de ser suficiente, y este tendrá que ser reforzado con los títulos que acrediten estas habilidades.
Asimismo, en un mercado cada vez más globalizado, todo el que quiera mantener abierta la opción de trabajar en el extranjero tendrá que acudir a estas credenciales para competir en condiciones de igualdad con los candidatos de otros países, en los que la certificación oficial está plenamente normalizada; como ocurre ya en España entre profesionales TIC, del diseño o la arquitectura y de los idiomas, entre otros ámbitos.