Imaginamos que nadie duda a estas alturas de le película de la importancia que tiene el profesorado para el conjunto de la sociedad civil y, en concreto, para el futuro que nos espera.
¿No debería haber cierta correlación entre la responsabilidad de una profesión y su retribución? Pues, lamentablemente, parece que no. No hay más que ver el salario medio de un médico después de toda la formación en medicina que se necesita, ¿Puede haber una profesión más importante y vital? Seguro que no, aunque nos demos cuenta solo cuando nosotros, o algún familiar o amigo, necesita de sus servicios. Pero posiblemente el caso más flagrante sea el que se está generando en la profesión de profesor. Hay profesores pobres.
sueldos entre 200 y 600 euros al mes
Hay profesores de universidad que están ganando menos de 500 euros al mes y no son pocos, hablamos de miles de ellos. Tan grave es la situación que Roberto Fernández, presidente de los rectores universitarios denunció la situación ante el ministerio. Los profesores asociados, dentro del sector, son los más perjudicados por la crisis. La figura nació en la reforma universitaria de 1983 como apoyo temporal de especialistas del mundo profesional para trasladar su know-how a las aulas. 30 años después casi nadie duda de la perversión de esa idea inicial, además se ha agravado, como comentábamos, con la crisis ya que esta figura se ha convertido en la forma de bordear la prohibición de reponer plantilla que aprobó el ministerio de Educación (recordemos que durante más de un lustro se prohibió reponer un solo profesor jubilado). Los profesores asociados, teóricamente temporales y profesionales, han mutado en profesores precarios que encadenan contratos semestrales o anuales durante mucho tiempo. Resultado, profesores pobres que cobran entre 200 y 600 euros al mes teniendo que pagarse además la cuota de autónomos.
No es un tema baladí ya que existen personas que llevan 20 años encadenando este tipo de contratos… En la universidad de Valencia se han iniciado protestas con huelga incluida, los afectados, por supuesto, los de siempre, la parte más débil del sistema, los alumnos que no pueden recibir sus clases.
El rector de la Universidad de Lleida se reunió la semana pasada con los representantes de la plataforma de profesores asociados de la Universidad de Valencia y se comprometió también a poner sobre la mesa de la conferencia de rectores este asunto. "Se trata de un problema de carácter económico con solución económica y debemos tomar conciencia de que una democracia de calidad no puede tener una universidad precarizada", según palabras de Fernández.
20% de profesores asociados
Según la plataforma de la Universidad de Valencia se calcula que un 30% de su equipo docente está en precario, y eso supone unas 1.300 personas solo en esa universidad. A nivel nacional un 20% de los profesores universitarios públicos son asociados. ¿Cuántos de ellos cumplen con la función por la que se concibió este puesto en el 83? No hay datos al respecto, pero nos tememos que pocos la cumplen.
Los campus universitarios están en situación de urgencia, una urgencia que no puede ser restablecida por la sanidad de nuestro país que, aunque cobrando poco, tira de vocación ante cualquier tipo de emergencia, pero en este caso, esta situación solo la podrán resolver nuestros políticos, esperemos que tomen buena nota del asunto y tomen cartas en el asunto.