El comercio internacional es un paso inevitable en la evolución de todas aquellas empresas que quieran garantizar la supervivencia de su actividad y abrirse a nuevos mercados para aumentar sus beneficios. Algo que tiene todavía más importancia en un contexto económico como el que atraviesa actualmente nuestro país. Cuando las ventas nacionales resultan insuficientes, el comercio internacional se plantea como una excelente solución.
Se asumen riesgos que hay que saber asumir
Sin embargo, aunque el mercado internacional ofrece oportunidades muy atractivas tanto para empresas ya consolidadas como para emprendedores que quieran poner en marcha su proyecto, también hay que tener en cuenta que con ellos asumimos ciertos riesgos que podrían tener un impacto negativo sobre nuestra empresa si no sabemos gestionarlas correctamente.Para evitar esta situación, resulta de vital importancia que antes de decirnos a exportar nuestros productos o prestar servicios a otros países, planifiquemos y estudiemos bien las estrategias que llevaremos a cabo para conseguir que este paso en la evolución de nuestra empresa sea firme y resulte ser un éxito.
Estudiar el mercado es clave para no cometer errores
Un proceso que está muy relacionado con el hecho de conocer mercado en el que queremos enfocarnos y tener clara la cadena de operaciones logísticas que debemos realizar, entre otros factores. Y es que para abrir nuestra empresa al comercio internacional, resulta de vital importancia conocer todo el proceso a fondo y tener una visión de conjunto de todo el flujo logístico, además de realizar una buena estimación de los trámites, costes y plazos de envío con el lugar de destino. Es precisamente por todo ello por lo que la figura del Experto en Comercio Internacional tiene tanta importancia dentro de una empresa que quiera abrirse a nuevos mercados. Contar con un profesional dentro de nuestro equipo es fundamental para evitar errores que puedan salirnos caros y que puedan suponer incluso el cierre de la compañía.
Contar con la preparación adecuada es clave para el éxito del proyecto
En el caso de no contar con un profesional de estas características en nuestra plantilla, podemos ahorrar costes en su contratación formando a algún trabajador que ya cuente con estudios en administración de empresas a través de un Curso de Comercio Internacional con el que pueda adquirir los conocimientos y competencias necesarios para desempeñar una gestión más eficiente de esta nueva área, aprender habilidades de negociación y ser capaz de controlar todas las variables que intervienen en el proceso.
Pero además de contar con un equipo preparado, son más los factores que debemos tener en cuenta si queremos tener éxito en nuestro proyecto de apertura a nuevos mercados y que tienen que ver, como ya hemos dicho, con el proceso de logística, los costes y los trámites legales que se establecen para este tipo de transacciones. Veamos con más detalle cuáles son:
1. Conocer las exigencias legales
Los requisitos de los productos que se comercializan varían en cada país para garantizar la seguridad y la calidad del producto a sus ciudadanos. Por este motivo, si queremos exportar nuestros productos, es importante que antes tengamos claras cuáles son las exigencias de cada mercado en el que queremos introducirnos para adaptarnos a ellas, haciendo que las cumplan para evitar problemas en su comercialización. De esta forma, nos ahorraremos más de un quebradero de cabeza y podremos valorar si nos conviene exportar a ese país o si no podemos hacerlo por no cumplir con los requisitos legales.
2. Conocer las demandas del mercado
Antes de realizar ninguna inversión o cambios en la empresa para empezar a exportar, es necesario realizar un estudio de mercado en profundidad para averiguar si existe una demanda real de nuestro producto y si el volumen es tan grande como para que nos convenga invertir nuestros recursos en ello. Es obvio que no tiene ningún sentido exportar productos a un país donde la demanda es muy pequeña.
Pero además, un estudio de mercado nos ayudará a conocer los rasgos culturales característicos del país y si estos pueden tener impacto sobre nuestras ventas, además de los aspectos económicos y políticos del mismo. El objetivo es obtener toda la información que nos sea posible sobre la realidad del país para determinar cuál es la mejor estrategia para introducir nuestros productos en él.
3. Valorar los costes
Este es uno de los puntos más importantes a tener en cuenta antes de poner en marcha cualquier proyecto de comercio internacional. Algo en lo que muchos emprendedores suelen cometer errores. Y es que muchas veces se piensa únicamente en el coste que supone la producción sin considerar los gastos desde que el producto sale de su lugar de origen hasta que llega al lugar de destino: costes de aduana, embalaje, flete internacional, etc. No tener en cuenta todos los costes puede hacer que nuestro proyecto no obtenga beneficios o que incluso estemos perdiendo dinero.
4. Diseñar estrategias específicas para cada mercado
Una vez que nos hayamos asegurado de que tenemos posibilidades de éxito y conozcamos la realidad del país y aquellas cuestiones que pueden influir en nuestra actividad, el siguiente paso es diseñar estrategias individuales para cada mercado con el objetivo de adaptarnos a las características propias del mismo y elegir la mejor opción de comercialización. Piensa que las diferencias entre algunos países son enormes, por lo que no podemos usar la misma estrategia para todos.
5. Buscar asesoramiento
Las Cámaras de Comercio poseen oficinas de apoyo al exportador y a las pymes en muchos casos sin ningún coste. Además, el consolidador de carga y el agente aduanal son las figuras a las que puedes dirigirte para resolver cualquier duda que te surja y asesorarte para que puedas sentirte seguro y acompañado a lo largo de todo el proceso.
6. Mejorar las condiciones de compra / venta
Cuando se pone en marcha un proyecto de comercio internacional, por lo general se suele trabajar con cantidades pequeñas por cuestiones de seguridad. Pero a medida que vamos afianzando nuestra gestión, podemos plantearnos nuevas opciones para mejorar las condiciones de compra. Aumentando el volumen es posible conseguir descuentos por ejemplo en transporte y reducir los costes.
Pero también es importante medir los resultados obtenidos, conocer los tiempos de envío y de proceso estimados, de manera que podamos evitar imprevistos y trabajar para que no tengan un impacto negativo sobre nuestro negocio, de manera que podamos ofrecer al cliente la mejor experiencia de compra posible.
Lo ideal para llevar a cabo un análisis de datos adecuado es contar con un profesional que se encargue del área administrativa en lo concerniente al comercio internacional. Puedes encargar el desempeño de esta tarea a alguno de los profesionales de tu plantilla, ya que en el caso de no contar con conocimientos en la realización de informes de este tipo, puedes ofrecerle la formación necesaria a través de un curso de administrativo, pudiendo realizarlo en la modalidad a distancia para que pueda continuar trabajando en la empresa mientras el proyecto se pone en marcha. De esta forma, te ahorrarás los costes de incluir a otra persona más en tu equipo.
Sigue estos consejos para lograr el éxito
Si sigues estos consejos y llevas a cabo una adecuada planificación de tu proyecto, el éxito está prácticamente garantizado. La clave está en contar con un equipo de profesionales adecuado y bien formado y en analizar cada detalle de manera exhaustiva para dar pasos firmes que logren hacer crecer a nuestra empresa sin correr riesgos que puedan tener un impacto negativo sobre nuestro negocio. Evidentemente lanzarse a esta aventura requiere de tiempo y esfuerzo, pero ten por seguro que el resultado merecerá la pena.